Un rincón secreto en Cádiz donde la tierra parece contar historias de millones de años

¿Te atreves a caminar sobre capas de historia? El flysch de Algeciras te espera en su espectacular sendero

Los flysch de Algeciras.
01 de junio de 2025 a las 16:20h

¿Un secreto en la provincia de Cádiz? Sí. Y no uno cualquiera. Se trata del flysch de Algeciras. Un fenómeno costero. Singular. Muy poco conocido. Fascinante. Sus formaciones rocosas, únicas, hipnóticas, parecen sacadas de otro mundo. Están ahí, quietas, firmes, esperando a quienes se atreven a explorarlas. En Cádiz. En la costa. En el sur.

Este rincón natural tiene su origen en el fondo marino, donde hace millones de años las rocas y las arcillas comenzaron a entrelazarse como si fueran capas de un pastel colosal de piedra. Hoy forman un paisaje brutal. Irreal. Mágico. Desde Turismo de Cádiz se propone una experiencia. Distinta. Especial. Caminar junto al mar. Solo cuando baja la marea. Solo entonces.

El recorrido empieza en el faro. El de Punta Carnero. Y sigue hasta la playa de Getares. En total, son 2,6 kilómetros. Ni más ni menos. Pero no se trata solo de caminar. No. Se trata de mirar, de sentir, de estar. Porque el sendero es una mezcla de aventura, ciencia, belleza salvaje. Un plan ideal para quienes aman lo auténtico. Lo puro. Eso sí: nunca vayas sin mirar primero la marea. Nunca.

Ahora bien. ¿Qué es exactamente el flysch? Parece una palabra extraña. Lo es. Viene de un dialecto alpino. Significa "terrenos que se deslizan". Y no hay mejor definición. Se trata de una secuencia de capas: unas duras. Otras blandas. Rocas. Arcillas. Alternándose. Todo formado en el fondo del mar. Poco a poco. Lento. Muy lento.

El proceso es largo. Curioso. Asombroso. Las corrientes marinas, las lluvias torrenciales, incluso los temblores del subsuelo, empujan los materiales. Los arrastran. Se hunden. Y ahí abajo, donde no llega la luz, empieza todo. Se sedimentan. Primero la roca dura. Luego, la arcilla. Y con el tiempo... se forma el flysch. Así, capa tras capa. Hasta hoy.

Uno de los rincones más bonitos del Estrecho.

Hoy lo ves. En la costa. En los acantilados que bordean la Bahía de Algeciras. Como si alguien hubiese cortado la tierra en láminas perfectas. Allí están. Rocas que cuentan historias. Piedras con memoria. Y no es solo piedra. No. Es mucho más.

Porque este lugar también tuvo —y aún tiene— vida. Vida marina. En sus aguas habitaron peces, artrópodos, gusanos. Sus restos fosilizados siguen ahí. En las rocas. Incrustados. Conservados. Como cápsulas del tiempo. Y no solo bajo el mar. También en el cielo. Este flysch es hogar de aves marinas. Muchas. Un paraíso para observadores y fotógrafos. Un espectáculo.

Si te atreves a ir, lo entenderás. Este rincón gaditano no se olvida. Te lo prometo. Es historia. Es naturaleza. Es belleza. Todo junto. Todo a la vez. Y está esperando.

Sobre el autor

Juan Antonio Carrasco

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