Una mujer de 83 años ha sido rescatada en estado crítico de su vivienda en la calle Teniente Riera, en el centro de Algeciras, tras ser localizada en condiciones alarmantes de abandono. El suceso tuvo lugar el pasado domingo, cuando un vecino, preocupado por el estado de salud de la anciana, decidió contactar con la Comunidad Islámica Omar Ibn Al-Jattab. El presidente de la entidad, Kamal Cheddad Saber, alertó inmediatamente a los servicios sanitarios del Servicio Andaluz de Salud.
Los profesionales médicos que acudieron al domicilio encontraron a la paciente en un tercer piso sin ascensor, en condiciones de extrema vulnerabilidad. Según relató Cheddad, como recoge Antena 3, "tienes que quitar la vista porque una pierna ya se la han comido los gusanos". La mujer, de nacionalidad marroquí, presentaba heridas abiertas en ambos pies y signos evidentes de gangrena, posiblemente causados por una infección bacteriana grave o una falta prolongada de irrigación sanguínea.
La doctora que la atendió no había visto nada igual en su vida
La escena que encontraron los sanitarios fue descrita como crítica y devastadora. La anciana presentaba un cuadro de salud límite, con tejido necrosado y signos visibles de infestación en los dedos de los pies. La falta de atención médica y el aislamiento prolongado habían agravado su situación hasta el punto de requerir una intervención urgente. "Nunca había visto un caso igual de abandono en los 35 años de trayectoria profesional", afirmó, según Cheddad, la médica que atendió a la paciente en el centro hospitalario.
La mujer fue trasladada en ambulancia al Hospital Punta de Europa de Algeciras, donde fue ingresada de urgencia. El equipo médico aplicó un tratamiento intensivo basado en antibióticos, limpieza quirúrgica del tejido dañado y otras medidas para intentar restaurar la circulación. En los casos más extremos como este, el protocolo puede incluir la amputación de miembros afectados para evitar que la infección se extienda.
Según el presidente de la comunidad islámica, la anciana vivía sola desde hacía tiempo. "No tenía familia ni recursos para afrontar su situación de dependencia", lamentó Cheddad, quien aseguró que fue el compromiso vecinal lo que permitió descubrir una situación que, de haber continuado oculta, habría tenido un desenlace fatal. La mujer apenas podía moverse por sí misma y no contaba con ningún tipo de ayuda domiciliaria o asistencia social.