Andrés Vázquez de Sola vuelve a situar a San Roque en el mapa cultural español, esta vez desde la memoria y el reconocimiento institucional. El Consejo de Ministros ha aprobado la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes al artista sanroqueño, a título póstumo, un galardón que distingue a 35 personalidades del mundo de la Cultura y que reconoce una trayectoria marcada por el compromiso, la sátira política y una mirada crítica que atravesó buena parte del siglo XX.
El dibujante y periodista, fallecido en septiembre de 2024 a los 97 años, forma parte de una generación que entendió el humor gráfico no como adorno, sino como herramienta de denuncia. Su nombre aparece junto al de músicos, actores, festivales y creadores de muy distinto perfil, en una lista que refuerza el peso simbólico de la distinción y subraya la dimensión nacional e internacional de su obra.
San Roque, además, suma por segundo año consecutivo un nombre propio a este reconocimiento. Tras el homenaje a Carlos Pacheco en 2023, la Medalla de Oro a Vázquez de Sola consolida una estela de talento vinculada a la ciudad y a su historia cultural reciente.
Un legado que ya se muestra en casa
Aunque el reconocimiento llega después de su muerte, Vázquez de Sola pudo ver cumplido uno de sus mayores deseos: que su obra tuviera un espacio permanente en San Roque. Su legado se expone en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), donde comparte protagonismo con Carlos Pacheco en un edificio inaugurado recientemente y convertido ya en referente cultural en el Campo de Gibraltar.
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha celebrado la concesión de la medalla y ha recordado que el Ayuntamiento se implicó de forma activa en la campaña que impulsó este nombramiento. Para el regidor, Vázquez de Sola forma parte del reducido grupo de grandes figuras sanroqueñas del siglo XX, junto a nombres como Ortega Brú o Carlos Castilla del Pino, y el galardón supone un motivo de orgullo colectivo.
Humor gráfico contra el poder
Nacido en San Roque en 1927, Andrés Vázquez de Sola se formó en la prensa y desarrolló una carrera marcada por la censura y el exilio. Militante comunista desde joven, tuvo que abandonar España en 1959 y encontró en Francia el espacio para desarrollar una obra que lo consagró internacionalmente. Publicó en cabeceras como Le Canard Enchaîné, Le Monde o L’Humanité, tras superar años de precariedad y anonimato.
Sus viñetas, cargadas de ironía y profundidad intelectual, cuestionaron el poder, denunciaron injusticias y dejaron una huella reconocible en generaciones posteriores de ilustradores. Tras su regreso a España, fue alejándose del periodismo para centrarse en la pintura, a la que se dedicó hasta el final de su vida.
La Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes no solo reconoce una trayectoria artística sobresaliente, sino también una coherencia ética que atravesó toda su obra. Un premio que llega tarde, pero que fija para siempre el lugar de Andrés Vázquez de Sola en la historia cultural contemporánea.
