Susto en una casa de la barriada Río San Pedro de Puerto Real. Un adolescente de 13 años estaba durmiendo en su habitación cuando, de pronto, se percató de que había humo. Cuando abrió los ojos, su colchón estaba ardiendo y el fuego se estaba extendiendo a las cortinas y a la mesa. “Mamá, mi ventilador está ardiendo, arde todo”. Fueron las palabras que su madre, Sebastiana, escuchó a las 6.15 horas de este martes desde su cuarto, ubicado en la planta superior.
“Mi hijo salió corriendo por las escaleras, pero antes, no se si por la formación que le dan en el colegio, cerró la puerta. Gracias a eso, el fuego se ahogó, si no, no sabemos lo que hubiera podido ocurrir aquí”, comenta a lavozdelsur.es. Por la puerta ya había escapado una humareda y en el pasillo no se podía respirar.
De inmediato, Sebastiana salió al exterior mientras llamaba al 112 para alertar de que el aparato, de plástico, que estaba en la mesa del cuarto de su hijo, había empezado a arder. “Los bomberos llegaron enseguida, nos dijeron que ha sido un milagro que nos hayamos salvado”, dice Sebastiana.
La actuación de su hijo ha sido clave para que el suceso no haya acabado en tragedia. Él junto a su hermana, de 19 años y su madre, no se quedaron quietos, salieron a la calle con rapidez. “Yo tragué mucho humo y mi hija más, porque se puso muy nerviosa”, explica.
Afortunadamente, todo ha quedado en un susto. Su gatos no ha sufrido daños ni tampoco su hijo, que, a pesar de hacer estado en el foco del incendio, salió ileso. “A él no le ha pasado absolutamente nada. Es un milagro”, dice.
Sin embargo, la habitación del pequeño ha quedado totalmente calcinada. El adolescente ha perdido todos sus enseres, ropa y otros objetos personales. “Lo ha perdido todo, se ha quedado absolutamente todo”, lamenta la vecina, que, le transmite a su hijo que “lo que importa es que estamos vivos, lo material ya se irá recuperando poco a poco”.
Actualmente, la familia se encuentra realojada mientras se realizan las labores de limpieza en la casa afectada. “Estamos de alquiler, el dueño se está portando súper bien con nosotros, nos ha devuelto lo que le pagamos este mes. El seguro si cubre los muebles”, explica.
Son muchas las personas que han querido ayudar a la familia con donaciones. Sebastiana muestra su agradecimiento a todas ellas, que se vuelcan con la causa. “Lo importante es que lo he podido contar”, suspira.
