El desafío de consensuar espectáculo y naturaleza
José Manuel Romero, director-gerente de la Real Sociedad Carreras de Caballos de Sanlúcar, pronostica una temporada excepcional. Este 2025, las Carreras de Caballos del Sanlúcar, declaradas Fiesta de Interés Turístico Internacional, alcanzan 180 años, una tradición única que mezcla deporte, sociedad y el atardecer más icónico del turf español. Con una previsión optimista de participación y asistencia, se encaran una edición que presenta mejoras en infraestructuras junto al desafío de conservar un espectáculo que solo puede existir en su escenario natural: la playa.
La reunión hípica veraniega estará dividida, como es habitual, en dos ciclos, de tres días cada uno, incluidos dentro del mes de agosto. El primero tendrá lugar los días 5, 6 y 7 y el segundo los días 19, 20 y 21. Al ser un hipódromo natural, las fechas atienden al calendario de mareas, ya que los días de carreras tienen que cuadrar con una buena bajamar para que los caballos purasangre puedan competir con orilla y pista suficiente por la playa.
Este 2025, las Carreras de Caballos del Sanlúcar, declaradas Fiesta de Interés Turístico Internacional, alcanzan 180 años, una tradición única que mezcla deporte, sociedad y el atardecer más icónico del turf español. Con una previsión optimista de participación y asistencia, se encaran una edición que presenta mejoras en infraestructuras junto al desafío de conservar un espectáculo que sólo puede existir en su escenario natural: la playa.
¿Cómo se presenta la nueva temporada?
Esperamos que sea una gran edición, tanto en número de caballos como de público. Este año, el calendario juega a nuestro favor: las fechas caen a principios y mediados de mes, no tan tarde como otras veces, lo que nos hace prever una mejor afluencia. A fin de cuentas, la naturaleza manda, son las mareas y la luz del sol las que determinan cuándo tendremos una buena pista para correr.
Las Carreras de Sanlúcar tienen un componente deportivo y otro social. ¿Cómo conviven?
Seguimos apostando por ese formato que une lo deportivo, con la competición pura entre caballos y jockeys, y lo social y cultural, con un público fiel que repite cada año y disfruta del evento como una tradición.
¿Se espera una mayor participación de cuadras?
Sí, siempre hay gran expectación entre entrenadores y propietarios. Este año no es diferente: ya nos han comunicado sus ganas de volver. Confían en Sanlúcar como una cita indispensable del calendario.
La edición de 2025 marcará el 180º aniversario de las Carreras de Caballos de Sanlúcar, las más antiguas de España en activo
¿Hay una previsión concreta de binomios o cuadras para esta edición?
Todavía no podemos decirlo. Hasta que no cierre el plazo de inscripción y los entrenadores empiecen a exhibir caballos, no tendremos cifras. Pero solemos basarnos en el histórico para estimar.
¿Recuerda las cifras del año pasado?
El total de carreras fue de 25, igual que el año anterior: cuatro carreras durante cada uno de los tres días del primer ciclo y tres por jornada en el segundo. Sobre el número de cuadras, no tengo el dato exacto, pero fueron muchas.
Una vez que concluyen las carreras, la fiesta se traslada a la zona de palcos.
Exactamente. Es el epicentro social del segundo ciclo. Un espacio tradicional donde familias sanluqueñas venían con su merienda, su copa y disfrutaban de las carreras. Esa costumbre se ha mantenido y evolucionado hasta el día de hoy.
¿Habrá novedades en esa zona este año?
Sí. Hemos incorporado más servicios, como baños, salidas de emergencia y una ampliación de la zona de palcos corporativos.
La organización prevé una gran afluencia tanto de asistentes como de cuadras, más servicios en la zona de palcos
¿Y los patrocinadores siguen respondiendo?
Siguen firmes. A estas alturas, ya tenemos prácticamente el presupuesto cerrado. Lo bueno es que quien viene, repite. Los patrocinadores ven el retorno de su inversión, y no solo se suman nuevos nombres, sino que los veteranos también continúan.
Este año se celebra una fecha muy especial: 180 años de historia.
Así es. Cumplimos 180 años. Es impresionante. Somos las carreras más antiguas de España en activo, y es un orgullo ser parte de su organización.
¿Qué mejoras necesita el evento mirando al futuro?
Tenemos una limitación clara: todo se monta y desmonta cada año en la playa. Eso hace que evolucionar sea complicado. Necesitamos autorizaciones, por ejemplo, para instalar tuberías o conducciones eléctricas que ya nos exigen por normativa. Lo estamos gestionando con la Demarcación de Costas.
"La playa, eje central del evento, representa un reto logístico y medioambiental, pero también es el alma del espectáculo"
Esa evolución choca con el entorno natural en el que se desarrolla todo.
Cada vez cuesta más introducir mejoras sin afectar al medio ambiente, y es lógico. Pero hay algo que es innegociable: la playa es el hipódromo de Sanlúcar. No hay otro sitio. Si se hiciera un hipódromo artificial, ya no sería esto. La esencia está en ver a un caballo cruzando la meta al atardecer, con la orilla como pista.
Y eso también le da una dimensión localista muy poderosa.
Claro. La gente viene a ver eso, caballos corriendo por la orilla. No quieren verlo en otro sitio. No se ve en ninguna otra parte del mundo.