Piden que un cura acusado de abusos sexuales en Málaga pase el resto de su vida en la cárcel

El Fiscal solicita una pena de 72 años de prisión y una indemnización total de 1,2 millones de euros para Francisco Javier Cuenca, sacerdote que grababa a sus víctimas

El sacerdote detenido en la iglesia Santa María Micaela de Melilla.
25 de octubre de 2025 a las 12:26h

El Ministerio Público ha solicitado una pena de 72 años de prisión y una indemnización total de 1,2 millones de euros para el sacerdote Francisco Javier Cuenca, conocido como el padre Fran, acusado de haber abusado sexualmente de cuatro mujeres en Vélez-Málaga durante más de una década. Según el escrito de acusación recogido por Diario Sur, el cura habría suministrado drogas a sus presuntas víctimas para anular su voluntad, además de grabar y fotografiarlas sin su consentimiento.

Cada una de las mujeres afectadas recibiría, en caso de condena, 300.000 euros de compensación por los daños sufridos. El religioso permanece en prisión preventiva desde septiembre de 2023, tras su detención, un suceso que causó un fuerte impacto en la comunidad local, donde era una figura conocida.

El caso estalló hace dos años, cuando la Policía Nacional detuvo al sacerdote por su presunta implicación en varios delitos de agresión sexual y contra la intimidad. En total, el fiscal le imputa cuatro agresiones sexuales y cinco delitos de vulneración de la intimidad, todos cometidos presuntamente mediante un patrón de sedación y grabación no consentida.

La doble vida del padre Fran

La vida del padre Fran ha estado profundamente ligada al entorno religioso. Hijo de una mujer que fue monja clarisa en Vélez-Málaga, Cuenca siguió una trayectoria eclesiástica desde joven: fue fraile trinitario antes de ordenarse sacerdote en 2016. Un año después, en agosto de 2017, fue designado vicario parroquial de Álora y párroco de Ardales y Carratraca, municipios de la provincia de Málaga. En diciembre de 2018, amplió su labor al ser nombrado capellán de varios colegios.

Pese a su rol religioso, el sacerdote llevaba una doble vida, ya que mantenía una relación sentimental con una mujer. 

La Fiscalía considera los hechos de una gravedad extrema, y pide para Cuenca una condena ejemplar que refleje la magnitud del daño.

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Patricia Merello

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