La Guardia Civil en colaboración con miembros del Seprona y de la Policía Local de Coín, en Málaga, han procedido a la intervención de 37 animales en la barriada de la Fuensanta debido al pésimo estado en el que se encontraba y la evidencia de que muchos estaban siendo utilizados para participar en peleas clandestinas.
En total, los agentes han encontrado 16 perros de distintas razas, la mayoría de ellos considerados potencialmente peligrosos, 10 gallos con espolones y las crestas cortadas que presentaban evidentes signos de violencia por lo que se cree que fueron utilizados para luchar y 11 equinos en pésimas condiciones de salud que estaban sueltos en libertad en un campo de olivares cercanos abandonados a merced de las inclemencias climáticas, entre ellos un burro que presentabas heridas que podrían deberse a un caso de maltrato animal.
Dichos equinos, por cierto, pertenecen a un conocido ganadero de la zona que, ante la ausencia de unas instalaciones adecuadas, dejaba a los animales en una zona abierta pero atados por una de las patas casi sin agua ni alimento.
El resto de los animales convivían en corrales que no cumplían ninguno de los mínimos de seguridad e higiene ni tenían licencia de zoológico ni licencia y eran atados a los bajos de las viviendas, siendo soltados habitualmente a media mañana sin bozal ni elementos de protección, con el consiguiente riesgo que suponían para los vecinos y viandantes. Por supuesto, tampoco contaban con microchip, registro sanitario ni seguro obligatorio para los perros potencialmente peligrosos.
Ante los delitos flagrantes que se estaban cometiendo y debido a la imposibilidad de determinar la pertenencia de los animales, la Guardia Civil decidió intervenirlos todos y ha abierto una investigación para concreta las infracciones que se han cometido, así como adjudicarlas a los distintos responsables.