Una mujer de 53 años ha sido denunciada por la Policía Local de Málaga como presunta autora de un delito continuado de maltrato animal. Los agentes del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) detectaron en su domicilio un total de 33 perros —uno de ellos fallecido— y nueve gatos en condiciones insalubres, sin identificación mediante microchip, y con signos evidentes de desnutrición y problemas de salud.
La intervención policial se produjo tras una larga secuencia de actuaciones iniciadas en 2019, año en que comenzaron las denuncias vecinales por insalubridad, malos olores y molestias derivadas de la presencia descontrolada de animales en el interior del inmueble. Durante estos años, la mujer se habría negado reiteradamente a colaborar con los servicios municipales, impidiendo el acceso a su vivienda pese a las solicitudes cursadas por los Servicios Sociales Comunitarios.
El pasado 22 de febrero, un juzgado de lo Contencioso Administrativo de Málaga emitió una orden judicial autorizando la entrada en el domicilio, tras una solicitud formalizada por el Ayuntamiento en septiembre de 2024. La resolución judicial respondía a una propuesta del Servicio de Vigilancia Sanitario Ambiental ante las persistentes denuncias por las condiciones higiénico-sanitarias de la vivienda, situada en la barriada de Cortijo Alto, en el distrito Teatinos.
La intervención fue realizada por efectivos de la Policía Local, agentes del Grupo Operativo de Apoyo y personal de la Jefatura de Distrito Puerto de la Torre y Teatinos. También participaron técnicos de los Servicios Sociales, un equipo de recogida de animales y una veterinaria municipal, quienes constataron el estado deficiente de la vivienda, que no contaba con agua corriente, suministro eléctrico ni mobiliario básico.
Ningún animal con microchip
Según el informe policial, los animales presentaban un deterioro físico evidente: los perros estaban extremadamente delgados, con uñas excesivamente largas, posibles lesiones cutáneas y problemas de movilidad, especialmente en las extremidades posteriores. Ninguno de los ejemplares, incluidos los gatos, se encontraba registrado mediante microchip, tal como exige la normativa vigente.
Ante las condiciones observadas, se procedió a la retirada temporal de los animales por vulneración de los estándares mínimos de bienestar. Los ejemplares fueron trasladados al Centro de Protección Animal Municipal (Cepam), desde donde algunos han sido reubicados en entidades colaboradoras o en régimen de acogida por particulares.
Durante el operativo, los agentes también retiraron cinco bombonas de gas del interior del inmueble, tras recoger testimonios sobre supuestas amenazas vertidas por la propietaria si se le retiraban los animales. Personal sanitario del 061 se desplazó al lugar para evaluar su estado, concluyendo que la mujer se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales.