Una mujer y su hija deberán abandonar el próximo 26 de septiembre la vivienda en la que residen en Pizarra (Málaga), pese a encontrarse en situación de vulnerabilidad. El inmueble pertenece a su expareja, quien figura como propietario tras la adquisición realizada con los ahorros de ella.
Según la defensa de la afectada, la mujer aportó 80.000 euros para la compra de la casa, cantidad que entregó tras vender un inmueble heredado de su madre y pedir un préstamo personal para su reforma. El nuevo domicilio quedó inscrito a nombre de su pareja por problemas bancarios de la mujer.
La relación se prolongó entre 2010 y 2015 en diferentes viviendas. Primero convivieron en un piso alquilado por la afectada y después en la casa heredada tras el fallecimiento de la madre. Durante ese tiempo, según la versión de la defensa, fue la mujer quien asumió en solitario los gastos del alquiler y de las reformas.
En 2020, tras obtener estabilidad laboral, el hombre propuso trasladarse a una nueva vivienda. La mujer aceptó vender el inmueble heredado e invertir el dinero en la compra de la actual casa. Antes de aportar sus ahorros, firmaron un convenio regulador en el que se recogía que, en caso de separación, él debería devolverle la suma entregada.
El divorcio y la denuncia
Posteriormente, la convivencia se deterioró y la pareja se divorció. El hombre no reintegró la cantidad estipulada y un Juzgado de Familia dictó la sentencia de divorcio, ordenando además el lanzamiento de la vivienda, fijado para el 26 de septiembre a las 11.30 horas.
El propietario del inmueble está investigado por un juzgado de violencia de Málaga por presuntos malos tratos contra la mujer, y en otro procedimiento por un supuesto delito contra la libertad sexual, amenazas y lesiones a la hija de ella. La defensa de la afectada ha solicitado la suspensión del lanzamiento, alegando la vulnerabilidad de la mujer y su hija.