El Gobierno andaluz ha aprobado este miércoles una ampliación presupuestaria de 355 millones de euros para la construcción del Nuevo Hospital de Málaga, elevando la inversión total a 607,5 millones entre 2026 y 2032. La financiación procederá de fondos europeos Feder (2021-2027) para los primeros cuatro años, mientras que el resto será asumido por la Junta de Andalucía con recursos propios.
En paralelo, el Consejo de Gobierno ha comprometido cerca de 90 millones de euros para modernizar el estadio de La Rosaleda, con el objetivo de convertirlo en una de las sedes del Mundial de Fútbol 2030. La consejera de Economía y portavoz, Carolina España, detalló que las anualidades escalarán progresivamente: desde 100.000 euros en 2024 hasta superar los 29 millones en 2027.
España subrayó que, tras esta autorización, se requerirán trámites como informes jurídicos y la firma de un convenio con el Ayuntamiento y la Diputación de Málaga, copropietarios del recinto. "La Junta se suma a este proyecto tras intensas negociaciones", afirmó, recordando que La Rosaleda ya albergó el Mundial en 1981 y necesita una remodelación "profunda" para cumplir con los estándares FIFA.
La consejera lamentó la falta de colaboración del Gobierno central, pese a que "en un evento de esta magnitud, el Ejecutivo nacional podría participar". Málaga compartirá el protagonismo con Sevilla, cuya Cartuja —recientemente remodelada— también aspira a ser subsede del torneo.
La reacción de Juan Carlos Ruiz Boix
Sin embargo, las inversiones han generado tensiones políticas. El secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, acusó al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, de "quedarse con los gaditanos" al priorizar Málaga. "Felicitamos a los malagueños, pero Cádiz sigue esperando su hospital", declaró.
Ruiz Boix criticó que la Junta haya destinado 607 millones al hospital malagueño —parte con fondos Feder— mientras "niega 15 millones para comprar el suelo del nuevo hospital de Cádiz. Moreno Bonilla juega con la salud de los gaditanos, que soportan instalaciones obsoletas", denunció, tildando de "castigo descarado" la falta de avances en la provincia.
La consejera España defendió las inversiones como "estrategias necesarias" para Málaga, tanto en sanidad como en infraestructuras deportivas. Sobre las críticas, reiteró que los fondos europeos tienen "plazos y criterios vinculantes", aunque no explicó por qué no se aplicaron fórmulas similares en Cádiz.



