El pasado 14 de mayo, la Asociación Unidos por Santiago, junto con las asociaciones Calle Nueva y Cantarería, celebraron un encuentro con los vecinos y vecinas del barrio para sumar esfuerzos en la revitalización de la zona. La reunión, que tuvo lugar en el Centro Municipal de la Plaza de la Merced, fue un éxito de participación, con una alta asistencia y una dinámica participativa en la que cada asistente tuvo la oportunidad de exponer su opinión.
Tras las intervenciones de Mercedes Narbona, presidenta de Unidos por Santiago, y Ramón Soto, representante de Calle Nueva y Cantarería, se abordaron las urgencias del barrio. Los asistentes destacaron problemas como el abandono de solares y viviendas, la falta de equipamientos públicos, la inseguridad, y la falta de limpieza. Sin embargo, también se expresaron testimonios cargados de afecto hacia el barrio, con recuerdos de tiempos en los que la convivencia, el arte y el flamenco marcaban la identidad de las calles. Un joven vecino de Cantarería, reflexionando sobre el futuro del barrio, mencionó la importancia de "tirar de la historia para mejorar el presente", señalando que es necesario atraer a los jóvenes para habitar la zona y hacerla más atractiva.
El valor de la tradición y las raíces del barrio
Vecinas de la calle Nueva compartieron con emoción recuerdos de su infancia, evocando los tiempos en que los niños jugaban libremente en la calle y las mujeres mayores se reunían en las puertas para charlar. "No podemos perder ese privilegio", afirmaron con convicción, subrayando el deseo de recuperar esa esencia del barrio, de modo que las calles se conviertan nuevamente en espacios de convivencia y comunidad.
En la reunión se plantearon varias propuestas concretas para mejorar la zona. Destacaron la restricción del tráfico en las calles Nueva y Cantarería, la puesta en marcha de un plan de embellecimiento del barrio, y la idea de dar uso comunitario a los solares abandonados. Además, se abogó por la conservación de las casas históricas de la zona y el apoyo al talento artístico que caracteriza al barrio. Un grupo de madres jóvenes de la calle Cantarería también alzó la voz para reclamar espacios para los niños, destacando la falta de áreas de juego y la situación insalubre del albergue, lo que hace que el entorno sea poco adecuado para la infancia. "No hay ni un arbolito, ni un banco, ni un rincón donde puedan jugar", se lamentaban.
El compromiso de los vecinos para cambiar el barrio
Unidos por Santiago tomó nota de todas las aportaciones y definió a las calles Nueva y Cantarería como ejes prioritarios en su agenda. La asociación también está trabajando estrechamente con la entidad de Ramón Soto, que ha promovido la solicitud de declaración de Bien de Interés Cultural para ambas vías, con el fin de proteger y recuperar el valor histórico de las calles.
Una de las frases más repetidas en el encuentro fue "no queremos más estigmas", un grito común entre los vecinos que refleja su deseo de evitar un punto de no retorno y apostar por una transformación positiva y real. La implicación de los vecinos quedó clara cuando, al finalizar la asamblea, la mayoría firmaron boletines de inscripción en la Asociación Unidos por Santiago, lo que confirma su voluntad de acción para mejorar la calidad de vida en su barrio.
Mercedes Narbona, agradeció la activa participación de los asistentes y les invitó a un próximo encuentro monográfico, que se celebrará entre el 18 y el 23 de julio, coincidiendo con la recuperada Velá de Santiago, una festividad que promete ser un momento clave en la agenda de revitalización del barrio.
Con este encuentro, la Asociación Unidos por Santiago sigue trabajando para que las reivindicaciones vecinales se materialicen en iniciativas concretas, llevando sus demandas ante el Ayuntamiento y otras administraciones para asegurar que el barrio de Santiago recupere su esplendor y la comunidad recupere su voz.