Vecinos de las calles Caribe, Adriático e Índico, en Jerez, han alertado del riesgo que suponen los olmos de gran tamaño que bordean estas vías. Según han explicado residentes de la zona, cada año, cuando los árboles se cargan de hojas, las ramas acumulan tal peso que terminan por rajarse y caerse, generando situaciones de peligro en espacios frecuentados por peatones y vehículos.
Uno de los vecinos afectados, Rafael Mesa, ha relatado a lavozdelsur.es que "un día estaba paseando con mi perro, que se ponen debajo del árbol, y escuché crujir. Menos mal que me eché a la carretera porque si no nos cae en lo alto”. Asegura que “desde que empezó la temporada de las hojas del peso, habían caído un montón de ramas” y lamenta que, aunque en ocasiones recogen lo visible, “no podan”.
Denuncias sin respuesta
Mesa afirma que ha enviado numerosos mensajes a Jerez Actúa, pero sin recibir respuesta. “He escrito por lo menos nueve veces. Antes llamaban por teléfono, pero ahora ni contestan”, asegura. Añade que siempre alerta de que “cualquier día puede ocurrir una desgracia”, recordando el caso de “aquel hombre al que se le cayó una palmera en la plaza del Mercado”. También asegura haber escrito a Medio Ambiente.
Los incidentes se han intensificado en las últimas semanas. El pasado jueves por la noche, una gran rama cayó dentro del aparcamiento de la comunidad de vecinos. Según este ciudadano, aunque los operarios acudieron a cortarla, “la han dejado en medio del aparcamiento, ocupando cuatro aparcamientos”. Considera que si no la recogen, “al final tendrán que coger los vecinos y echarlas a la calle”.
Algunos árboles ya han registrado hasta cuatro desprendimientos de ramas, "afortunadamente en horario nocturno o fines de semana, cuando no ha habido nadie cerca", como detalla Rafael, que apunta que "cuando uno sale hay que ir mirando para arriba porque te puede caer una rama en lo alto”.
Desde el Ayuntamiento de Jerez se ha detallado que han actuado tras la caída más reciente, troceando la rama afectada y dejando su retirada pendiente. Las intervenciones de troceado se realizan, pero los vecinos demandan que se poden los árboles antes de que las ramas se vengan abajo.


