Una paliza en el botellódromo acaba con un menor hospitalizado

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El joven, de 15 años, termina con la mandíbula rota y posibles daños cerebrales. 

Miguel, un joven jerezano de 15 años, paseaba por el entorno del botellódromo con unos amigos la noche del pasado viernes. Eran sobre las once de la noche y entonces fue cuando un grupo, todos menores de edad, reclamó su atención y nada más girarse, le propinaron el primer puñetazo. Después se ensañaron con él. Miguel recibió puñetazos, y patadas hasta el punto de quedar inconsciente. Después del primer golpe no recuerda nada. Luego despertó en el hospital.

Miguel –nombre ficticio por petición de la familia–, lleva desde el sábado por la mañana en el Puerta del Mar de Cádiz. Allí le han hecho todo tipo de pruebas y este mismo miércoles le vuelven a hacer algunas para determinar si tiene algún daño cerebral. Ya lo han operado de la mandíbula y está lleno de hematomas y a base de calmantes, vomitando y muy mareado. “Se han ensañado de una manera impresionante”, cuenta un familiar cercano.

El lunes interpusieron la correspondiente denuncia. Miguel conoce a los agresores. Al menos uno de ellos –los que le dio tiempo a ver– está en su mismo instituto. “Tiene mucho miedo”, dice el mismo familiar, que cuenta que desde el viernes están viviendo “una pesadilla”. Añade que, incluso, la doctora que atendió a Miguel llegó a decirles: “Ha faltado un centímetro para que no esté aquí”.

La madre del pequeño es la que lo lleva peor. Está atacada porque hace unos años ya vivió un episodio similar. Para colmo, los supuestos agresores no paran de amenazar a Miguel por Whatsapp a través de mensajes, de voz y escritos. El grupo de menores de la Policía Nacional ya los habría localizado, según ha sabido este medio, y pondrá el caso en manos de la Fiscalía de menores.

Los allegados a Miguel no entienden que se haya visto envuelto en esta pelea, ya que, cuentan, no es un chico problemático. La familia, una vez salga del hospital, pretende movilizarse para que no vuelvan a ocurrir este tipo de agresiones. “O quitan el botellódromo o ponen vigilancia”, dice un familiar, que está dispuesto a organizar una manifestación y a recoger firmas para tal fin.

Un apuñalado tras una reyerta en una discoteca

El de Miguel no es el único suceso del fin de semana. Otros dos jóvenes se han visto envueltos en sendas reyertas, la más grave ocurrida la noche del pasado viernes en la puerta de una discoteca del polígono industrial Autopista, junto a la avenida de Europa. La investigación la lleva la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional. Ya en la noche del sábado, a las puertas de la misma discoteca, se produjo otra pelea que dejó varios heridos con cortes por vasos de vidrio rotos. En este caso la investigación la lleva el grupo de delitos contra las personas del 091.

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