Los marroquíes Fátima y Morad, y Acho, nacido en China, cuentan su experiencia como empresarios en la ciudad.
Fátima, de origen marroquí, es empresaria, se encarga de sacar adelante un negocio de ropa y complementos en pleno corazón de Jerez después de haberlo intentado en otras ciudades españolas como Badajoz y Chiclana. En el local ubicado en plaza Plateros que aclara, no es de su propiedad, primero abrió el negocio boom de la pasada década, la típica tienda de veinte duros, reconvertida desde el año 2005 en un negocio de ropa y complementos. Ella es una de las muchas personas inmigrantes que se han convertido en empresarias; nunca ha trabajado para nadie.
No sale en las fotos porque ante la inesperada visita de lavozdelsur.es no tiene el beneplácito de su marido, pero sí formaría parte de la tesis elaborada por el sociólogo Fernando Vizcaíno, El trabajo autónomo inmigrante en la provincia de Cádiz. Este estudio dedica un apartado al municipio de Jerez en el que destaca la importancia económica que posee el municipio de Jerez y que "lo convierte en un espacio de oportunidades laborales y por tanto en polo de atracción para las personas inmigrantes que buscan asentarse en la zona".
Según se desprende de este estudio desde el año 2005 hasta el año 2014, la evolución numérica que ha seguido el empadronamiento de extranjeros en Jerez ha sido de crecimiento, hasta 2013, año en el que comienza a descender. Actividades como el pequeño comercio de alimentación, bebidas y productos variados o las relacionadas con la restauración, se están implantando en la ciudad por parte de inmigrantes extracomunitarios, entre los que destacan los marroquíes y los chinos. Ahora bien, el arrojo a la hora de emprender no logra evadir la crisis.
Acho, nacido en China, tiene 40 años, los 16 últimos residiendo en España. Junto con su esposa a diario abren las puertas de su negocio de alimentación en la plaza de las Angustias. Aunque es un poco reacio a hablar, dada la dificultad del idioma, finalmente reconoce que el negocio va a peor, que Europa está peor desde la entrada del euro. El matrimonio se organiza para abrir y cerrar las puertas de la tienda, no se pueden permitir el lujo de contratar a nadie porque el pago de impuestos se dispara, “y si se pone malo hay que pagar”. Afirma que en su pequeño comercio invirtieron todo el capital del que disponía gracias a la financiación familiar algo habitual entre el colectivo inmigrante como mantiene esta tesis doctoral, a pesar de que el acceso al crédito al margen de entidades bancarias es posible por la existencia de redes sociales de apoyo.
La tienda de ultramarinos solo les da para comer, es por ello que planea volver a China cuando pase una década porque la calidad de vida allí, al parecer, ha mejorado mientras “antes se vivía mejor con la peseta”. Acho corrobora los ítems de este estudio: "la supervivencia de los negocios regentados por chinos tiene mucho que ver con su extraordinaria capacidad para competir con el resto. Dicha competitividad se consigue con precios difíciles de igualar, con mano de obra familiar, con apoyo de redes sociales y familiares, que incluso aportan la financiación, y con horarios laborales más amplios".
Según la información recabada por el sociólogo, los inmigrantes marroquíes y senegaleses, han creado un sistema de relaciones basadas en la confianza, los lazos familiares, la amistad y la vecindad en sus lugares de origen. Las principales nacionalidades de extranjeros corresponden a tenor del estudio elaborado por Vizcaíno a los países de Marruecos, Bolivia, Rumanía, China y Reino Unido. Precisamente de Marruecos, al igual que Fátima, procede la familia de Morad. El joven tiene 31 años y junto a su hermano gestiona el bazar de la calle Algarve abierto desde 1998. Sus padres fueron los primeros en llegar y emprender, animaron a otros familiares. Hoy día ellos continúan con la saga empresarial con ayuda, además de un empleado. Morad nunca ha trabajado para ninguna empresa, “me gusta depender de mí mismo, aunque claro que se nota la crisis pero como se dice aquí, se siguen salvando los muebles”.
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