Pedro vivió el choque entre el cuadro blanco y el Villarreal en el palco que la casa de apuestas tiene en el Santiago Bernabéu gracias a una promoción.
Este fin de semana, el partido disputado en el Santiago Bernabéu entre en Real Madrid y el Villarreal fue disfrutado de una forma especial por un espectador de excepción en el palco de la casa de apuestas oficial del equipo blanco. Pedro, un gaditano nacido hace 24 años en Puerto Serrano, acudió con sus amigos al choque en la capital española con la firme idea de ganar una importante cantidad de dinero. Tras el Real Madrid - Barcelona, y coincidiendo con el sorteo de Navidad, Codere Apuestas realizó una promoción en la que repartía apuestas grauitas (freebet) para cualquier partido, siendo la más grande de 10.000€. El protagonista de esta historia hizo una pequeña apuesta y resultó ganador del sorteo.
Tras conocer esta magnífica noticia, Pedro no lo dudó y se la jugó a que el equipo blanco ganaba o empataba contra el Villarreal en un partido en el que no podría haber más de tres goles. A priori, una apuesta sencilla teniendo en cuenta que el encuentro se disputaba en el Santiago Bernabéu y que, debido a la crisis de resultados de los merengues, los pupilos de Zidane estaban obligados a ganar para evitar un mayor ridículo en la clasificación.
Los nervios se apoderaron del apostante gaditano durante el transcurso del partido, en el que podía embolsarse 22.000€ (su apuesta se pagaba 2.20 por cada euro apostado). Pasaban los minutos y el cuadro local no marcaba. Los visitantes, a pesar de acercarse a la portería rival en alguna ocasión, tampoco lo hacían. El empate le servía a Pedro para poder canjear su premio, pero los últimos instantes del choque le tenían reservado al puertoserranense una trágica noticia.
A falta de tres minutos para acabar el partido, un contragolpe del Villarreal tras un córner para el Real Madrid acababa con una vaselina de Fornals sobre Keylor Navas, portero merengue. El equipo amarillo se adelantaba en el marcador y, ahora sí, el apostante se quedaba sin premio. El resultado no se movería hasta el final del choque y, a pesar de haber vivido la jornada en un lugar privilegiado y de no haber jugado dinero suyo, Pedro se vuelve a la provincia gaditana de vacío. Sin duda, una experiencia inolvidable para el joven de Puerto Serrano.
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