Licenciadas, enfermeras, administrativas... trabajan como azafatas en el GP. Algunas creen que hay colegas de 'paddock' que "deberían ir más tapadas".
Una jerezana despampanante y “paragüera” del paddock cuenta que es licenciada. Ejerce su profesión pero reconoce que no podría vivir bien solo con ese sueldo así que lo compagina con trabajos de azafata y modelo desde hace más de una década. ¿Este es un mundo machista? ¿Qué le parece ser considerada una mujer florero? ¿Ha rechazado alguna vez una oferta por la indumentaria que debía vestir? Fin. No hay respuestas. No quiere hablar más. Con la mayor gentileza posible dice que se puede buscar un problema porque sabe cómo funciona, ya es una veterana.
Suele ser habitual que se les otorgue más protagonismo en los eventos deportivos que a los propios deportistas. Las exuberantes figuras de las azafatas son uno de los grandes reclamos del Gran Premio de Jerez. Un físico impresionante, en muchas ocasiones expuesto, para muchos en exceso, que portan una firma en los uniformes algunos de ellos reducidos a la mínima expresión. Como cualquier persona, ellas tienen una historia detrás aunque sea camuflada con una amplísima sonrisa.
A Vanesa no le parece justo que se les llame mujeres floreros. “Creo que tienes que conocer a la persona, no solo juzgarla físicamente. Estoy de acuerdo en que a veces el uniforme debería ser de otro tipo, un poquito más tapado, no el que te ponen”. Ella -enfermera de profesión en activo- y su compañera tienen la suerte de escoger la indumentaria. “Llevamos un pantalón (largo) y un top con el que enseñamos un poco la barriguita, pero hay casos en los que me parece demasiado, no ya solo machista. Deberían ir más tapadas”. Hasta ahora no ha rechazado ningún empleo de azafata, ya que siempre ha trabajado para la misma empresa y ellas mismas escogen el uniforme.
Tres azafatas de otra marca –una administrativa, y las otras dos estudiantes de bachillerato y Enfermería- aseguran que son unas "privilegiadas" por realizar un trabajo que no todas las chicas pueden tener y contar con una retribución económica que “ayuda” en casa. En cuanto a los comentarios sobre su indumentaria, la futura enfermera afirma que desafortunadamente vivimos en una sociedad machista y “nosotras somos las que tenemos que darnos a valer para que el mito de mujer florero desaparezca poco a poco”.
Más allá de las fronteras de esa zona elitista hay otras azafatas que desempeñan labores más allá de ser “publicidad andante” y posar con quienes las requiera. Ana tiene la titulación de azafata de vuelo, oposita para guardia civil y es técnico superior Anatomía Patológica y citología. Jerezana de 25 años, probó suerte hace tres en este mundo. Primero trabajó para una empresa italiana y en esta edición repite con una firma valenciana. Vende todo tipo de prendas de vestir y accesorios. A diferencia de sus compañeras que trabajan en el paddock viste vaqueros y una de las camisetas que ella misma elige de las que vende. “En otros casos, a las chicas que están en la parrilla, muy llamativas, les exigen llevar uniformes de otro tipo”. Para ella este trabajo es importante porque, aunque vive con sus padres la situación en casa no es boyante y debe hacer frente a sus gastos.
Paloma, de Sanlúcar, tiene 19 años, Es auxiliar de enfermería, está en la bolsa de trabajo y nunca ha trabajado de ello. Desde pequeña participa en desfiles, y en varias ocasiones ha trabajdo como azafata para diferentes bodegas. Es su primer día en el circuito. Recibe a los visitantes y les da las acreditaciones para que puedan acceder al palco VIP. Ha sido contratada por una empresa de Chiclana tras un proceso de selección "poco estricto". "Envié la foto y tuvieron en cuenta la altura. Hay otro tipo de entrevistas que son más exigentes. Una amiga mía no pudo entrar a trabajar porque tenía aparato en los dientes, eso yo no lo vi bien”. Nunca ha rechazado un trabajo de azafata, como modelo sí, "si me han pedido desfilar en ropa interior, por ejemplo". La joven garantiza que sus allegados pueden estar tranquilos: “No voy a dejar que nadie se exceda, ni que me traten mal”.
Comentarios