El cantaor jerezano José Mercé, figura clave en la evolución del flamenco actual, ha sorprendido con una valoración directa sobre Rosalía y el eterno debate sobre los límites del género. Lo ha hecho en una entrevista en el periódico El Mundo. Y se ha mojado sobre ese debate respecto a la fusión o pureza del flamenco. Tras mencionar hitos como Omega o La leyenda del tiempo, advierte de que "el sota, caballo y rey se ha acabado”.
Él sabe de lo que habla.“Aire es el disco más vendido de la historia del flamenco”, recuerda. Y lo atribuye a algo tan básico como la promoción: “Las multinacionales nunca habían hecho promoción de un disco de flamenco”. Cuando se hizo, llegó el doble platino y llegaron los premios.
Con ese bagaje, Mercé advierte sobre una tendencia que, a su juicio, se ha desbordado: “A veces, demasiado, porque llamamos enseguida flamenco a cosas que no lo son”. Eso significa que primero hay que irse a la raíz. “No puedes innovar si no conoces bien lo que estás cambiando”. A él le llamaron "loco, traidor y de todo”, aunque meses después “estaban todos en el escenario haciendo lo mismo”.
En ese punto surge la pregunta sobre la apropiación de la cultura gitana y las polémicas que rodearon a Rosalía. “Eso me parece una gilipollez muy grande. El flamenco no es de nadie y está ahí para todo el que lo trate con respeto”. De la artista catalana destaca su “talento”, reconoce que “hubo un tiempo que sí hizo flamenco” y apunta, "sin querer ser presuntuoso", que muchas de las cosas que hace ahora “ya las había hecho yo antes” en Oripandó, junto a Antonio Orozco.
Lejos de reivindicarse, Mercé dice no necesitar homenajes ni reconocimientos. “Trabajo para ser feliz”, afirma. Y cuando mira atrás, lo hace hacia su infancia en Jerez, que recuerda como “la más bonita del mundo”. Juegos en la calle, casas de vecinos, comidas compartidas y noches que siempre terminaban igual: cantando y bailando por bulerías en el barrio de Santiago.



