La Hermandad del Perdón de Jerez ha dado a conocer el logotipo y el cartel conmemorativos de los 50 años que se cumplen de la llegada a la cofradía de la Virgen del Perpetuo Socorro. Manuel Salado Argudo ha sido el creador de la ‘marca’ del aniversario y el fotógrafo Javier Romero Díaz es el autor del cartel.
Las celebraciones comprenderán algo más de seis meses, desde el 7 diciembre próximo hasta el 27 de junio de 2026. En las vísperas de la festividad de la Inmaculada de este año comenzará a desarrollarse el programa de actos con una misa estacional oficiada por el obispo José Rico Pavés en la ermita ene la ermita de Guía. A continuación se bendecirá ampliación de la casa de hermandad que se ha ejecutado en los últimos meses.
La siguiente cita será el 8 diciembre, día en el que se cumple el cincuentenario de la llegada de la Virgen. Fue el día de la Inmaculada de 1975 cuando se produjo el traslado de la imagen desde la entonces colegial hasta la iglesia de Santa Ana, sede canónica de la hermandad en aquellos tiempos. Por este motivo, la Virgen del Perpetuo Socorro está expuesta en besamanos en la ermita durante toda la jornada.
Pasadas las navidades, el 6 de febrero, la hermandad presentará un libro que recoge la historia de la corporación desde que se fundara en la década de los sesenta del siglo pasado. El resto de actividades para los siguientes meses se dará a conocer próximamente, aunque sí está definido el cierre que será en junio con un triduo en la iglesia de San Dionisio, su parroquia, a donde será trasladada la imagen en parihuela.
En junio, traslado y triduo en San Dionisio
Blas Márquez, hermano mayor, explica a lavozdelsur.es que esta conmemoración persigue no solo celebrar la efemérides, también dar visibilidad a la imagen, una de las más antiguas que procesionan en la Semana Santa jerezana y que en 2018 se atribuyó al tallista Felipe de Molina, del círculo de Pedro Roldán.
El hermano mayor reconoce que el Perpetuo Socorro no es una imagen lo suficientemente conocida y recuerda que fue creada en el primer tercio del siglo XVIII. Entonces tenía como advocación la Virgen del Dolor, recibiendo culto en la hoy Catedral. Posteriormente fue la titular de la Hermandad de la Amargura cuando esta cofradía dio sus primeros pasos.
En 1939 fue retirada del culto y se guardó en unas dependencias de la colegial, quedando en el olvido hasta que el entonces abad, José Luis Repetto, la encuentra y la dona a la hermandad. Más detalles históricos de esta imagen son los dos incendios que ha padecido, el primero en 1990 y el segundo casi diez años después, en 1999.
“Queremos que se descubra su historia y calidad artística”, subraya Blas Márquez como fin de este ciclo que supondrá una mayor difusión e esta advocación mariana.
