Santiago Zurita, el hombre que 'salvó' San Mateo, 30 años después de la amenaza de derrumbe

A sus 86 años, el conocido cofrade repasa cómo movilizó a la ciudad tras una década de cierre y revela su nuevo objetivo: recuperar la puerta principal del templo

Santiago Zurita, en días pasados, ante la puerta principal, ahora cegada, con bombos de basura y que quiere recuperarla.
11 de octubre de 2025 a las 19:00h
Actualizado a 12 de octubre de 2025 a las 09:27h

El nombre de Santiago Zurita Irigoyen está ligado para siempre al de la iglesia de San Mateo, uno de los templos más emblemáticos de Jerez. Con 86 años, este veterano cofrade, que fue casi dos décadas hermano mayor de Los Judíos, sigue siendo recordado como el principal artífice de la restauración que devolvió la vida a un edificio que estuvo al borde del colapso.

Este 2025 se cumplen 30 años desde que se decretó el cierre del templo por el grave deterioro de su estructura. Desprendimientos y daños estructurales obligaron a clausurarlo, marcando una etapa de incertidumbre para el barrio y para la preservación de un bien histórico de la ciudad. Sin embargo, aquel golpe no frenó a Zurita, que decidió reunir voluntades para salvar San Mateo.

"San Mateo lo merecía, fue la primera parroquia"

Zurita, en una entrevista con lavozdelsur.es, no olvida el estado en el que se encontraba la iglesia: "San Mateo ya no podía más, tenía muchos desperfectos por todos lados". Pero su amor por el barrio donde nació y creció fue más fuerte que el miedo al desafío. "Fue una obra grande. San Mateo lo merecía, fue la primera parroquia", afirma con emoción.

"Aquello fue un momento triste, se cerró; se llevó 10 años, hasta que lo pudimos abrir"

El veterano cofrade recuerda cómo numerosas constructoras, arquitectos y la propia Iglesia se ofrecieron a colaborar. Aun así, fue la Hermandad de Los Judíos, con él al frente como hermano mayor, la que lideró el proyecto. "Fuimos los que movimos todo el asunto, y ahí estuvimos hasta que conseguimos el objetivo", resume con orgullo.

El impulsor de la recuperación de San Mateo ante la iglesia.   MANU GARCÍA

Aunque evita ponerse como protagonista, Zurita reconoce que su vínculo personal con San Mateo fue decisivo: "Me he criado aquí, en lo que hoy es el Museo Arqueológico, que era el colegio donde mi madre era directora. Me casé aquí y todo esto está en las membranas de mi ser".

"No se nos vino el mundo encima, todo lo contrario"

El proceso no fue fácil. Recaudar fondos, convencer a las administraciones y mantener la esperanza fueron las claves del éxito. “Hubo que buscar mucho dinero, pero también el alcalde de aquel entonces, Pedro Pacheco, fue una ayuda importante”, recuerda. Su lema durante aquellos años fue claro: “No parar, no parar y tener la colaboración de muchísima gente y de Jerez entero”.

Zurita, con una calle en su honor entre San Ildefonso y el convento del Espíritu Santo, a unos metros del gran templo del centro original del Jerez medieval, no solo gestionaba, también inspiraba confianza. "La gente confió también en mí y aquí estoy a disposición otra vez. Soy serio y me preocupo y no quiero nada para mí, sino para mi Jerez de mi alma, que lo quiero mucho", declara.

Pero para él, la historia aún no ha terminado. A día de hoy, sigue teniendo una espina clavada: la puerta principal del templo, la que da a la calle Almendrillo y que continúa cegada. "Es una cosa que a mí todavía me duele. No tuvimos dinero para recuperarla y no se me ha quitado de la cabeza. Antes que me muera, me gustaría abrirla", afirma con determinación.

Zurita posando ante los carteles de la fachada del templo con las imágenes de Las Penas y Desconsuelo.    MANU GARCÍA

Su idea es crear una nueva plataforma para reabrir la puerta original del siglo XVIII. "Creo que puedo contar con el párroco actual, que es muy diligente, y me gustaría que fuera el presidente de esta nueva plataforma", adelanta Zurita, convencido de que este proyecto será su último legado.

"No tuvimos dinero para recuperar la puerta. Antes que me muera, me gustaría abrirla"

“Es lo único que quedaría pendiente, porque prácticamente ya está casi todo hecho. Solo algunas capillas interiores hay que seguir restaurándolas, pero lo principal, lo gordo, está hecho; solo queda la puerta”, asegura.

Con una visión muy clara de futuro, incluso imagina el momento: "Para que salgan por ella los nazarenos de Los Judíos y los pasos que lo hagan por la puerta lateral de siempre".

Tras la entrevista, lejos de retirarse a descansar, Santiago Zurita se dirigió al interior de San Mateo para una reunión preparatoria de la muestra Jerez, Paleta de Colores, una actividad que fundó hace 35 años y que sigue coordinando con la misma energía de siempre. “Este año estamos agobiados, estamos con el tiempo encima. En fin, no me canso”, concluye con una sonrisa.

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Kiko Abuín

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