Salomé Ramírez, una bailaora con 'desplante': "Un premio te da un empujón, pero el trabajo no te busca en el sofá"

La bailaora jerezana, ganadora del Premio Desplante 2025 del Festival Internacional del Cante de las Minas, inicia su carrera en solitario con un estreno en el Teatro Real y la mirada puesta en su tierra y el Festival de Jerez

La bailaora jerezana Salomé Ramírez confiesa a lavozdelsur.es que "conseguir un premio te da un empujón, pero el trabajo no viene a buscarte en el sofá".
07 de septiembre de 2025 a las 21:51h

De la Casa Colorá al Teatro Real, pasando por La Unión

La bailaora Salomé Ramírez (Jerez, 1990) está viviendo un año decisivo. La artista jerezana se coronaba este verano con el Premio Desplante en el Festival Internacional del Cante de las Minas, uno de los galardones más prestigiosos del flamenco. Un triunfo que ha marcado un antes y un después en su carrera.

Su historia arranca en La Granja, con apenas cuatro años, cuando dijo a sus padres que quería bailar, tras acompañar a su prima a clases de baile en la Casa Colorá. Desde entonces no se ha detenido. Del salón de actos del Centro Cívico de La Granja pasó a las academias de Manuela Carpio y La Chiqui de Jerez, el camino ha sido imparable, pasando por diferentes tablaos de Madrid y Barcelona o formar parte de la compañía de Farruquito.

Tras décadas en tablaos, compañías y giras por medio mundo, ha decidido dar el salto en solitario. Su estreno en solitario será en el Teatro Real de Madrid, donde presentará un proyecto muy personal. “Decir aquí estoy y exponerme sola es llegar a la cima”, asegura con fuerza.

Que su nuevo espectáculo lleve por título Palo Cortao es toda una declaración de intenciones. Aunque viva en Madrid, Ramírez confiesa que necesita tener a Jerez siempre presente. En el estreno estará acompañada por Miguel Ángel Heredia y Manu Soto al cante, y Antonio González a la guitarra.

Consciente de lo que el Desplante le ha dado alas y también responsabilidad, reconoce abiertamente que "el trabajo no viene a buscarte al sofá y ahora toca trabajar mucho más que antes". Por eso, prepara su recital como un work in progress que evolucionará con el tiempo hasta convertirse en un espectáculo completo.

Convencida de que lo mejor está por llevar, hoy en día avanza con paso firme con la mirada puesta en cumplir uno de sus sueños: volver a su tierra y, en un futuro próximo, poder para formar parte del Festival de Jerez.

La bailaora jerezana Salomé Ramírez sueña con "poder bailar algún día en el Festival de Jerez". MANU GARCÍA.

Pregunta. ¿Cómo surge la idea de presentarte al concurso del Festival de Cante de las Minas?

Respuesta. Llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo, pero me daba miedo. Entre otras cosas, por falta de tiempo. Y, además, porque también le tenía mucho respeto. Pero este año me estaban pasando como cosas muy bonitas y decidí apostar por mí.

Que Yeray Cortés me incluyese en su gira o que me llamasen para participar con mi espectáculo en el ciclo flamenco del Teatro Real me dio el impulso. Para mí era un sueño poder presentarme a este certamen y, después de lo que te he mencionado, me dije "Ahora va a ser. A por todas. Es el momento".

Ha sido una experiencia increíble, muy bonita, un aprendizaje muy grande y, además, ya sabemos que tener el Desplante en tu currículum, la realidad es que te da un empujón.

"Todos los que nos dedicamos a esto siempre queremos algo más y avanzar"

P. Esa es la segunda pregunta. Cuando uno gana un concurso importante como este, dicen que el teléfono suena más. Después de un mes con el premio en la vitrina, ¿ha sonado el teléfono o no?

R. El teléfono ha sonado más. Claro que ha sonado más. Pero es verdad que hay que trabajarlo. El trabajo no viene al sofá. Ahora mismo estoy viviendo cosas muy bonitas y me están dando mucho cariño por parte de todo el mundo, pero el premio hay que trabajarlo. Y eso es lo que quiero ahora. Trabajarlo muchísimo.

Salomé Ramírez expone a lavozdelsur.es que su paso por el Teatro Real será "la primera vez que me exponga en solitario". MANU GARCÍA.

P.  El premio ha sido un buen aperitivo antes de tu primer estreno en solitario en el Teatro Real.

R. Más que un estreno propiamente dicho va a ser como un work in progress porque escénicamente no se dan las condiciones técnicas para hacer un espectáculo. El ciclo no se realiza en el teatro en sí, sino que se lleva a cabo en otras salas que tiene el Teatro Real más pequeñas.

De todos modos, sí que es lo primero que presento yo sola. Hasta ahora me he dedicado siempre al tablao, a las compañías y a estar en un segundo plano. Va a ser la primera vez que me exponga en solitario.

Estoy muy contenta por libertad de hacer lo que yo quiera y lo que yo sienta. Lo que a mí me gusta. Pero ahora mismo que estoy empezando en ese proceso que me da un poco de respeto.

"Desde que nací, nada más que me quedaba quieta con el flamenco y no veía ni dibujitos"

P. Digamos que es un punto de inflexión tu inicio en solitario, después de tocar todos los palos antes de desarrollar una carrera con papel protagonista.

R. Y seguir avanzando. Creo que todos los que nos dedicamos a esto siempre queremos algo más y avanzar más. Aunque esto un premio te refrenda, claro está. De todos modos, lo afronto como un reto, en el que tengo una gran responsabilidad a la que le tengo respeto más que miedo.

Decir aquí estoy y exponerme sola, ahora mismo para mí es llegar a la cima, pero dentro de un año lo mismo te puedo decir que la cima es otra.

Salomé Ramírez sueña con "poder bailar algún día en el Festival de Jerez". MANU GARCÍA.

P. Los objetivos son distintos, pero esa puerta hay que cruzarla.

R. Claro que sí. Es más, el otro día me pasó con mis compañeras en el espectáculo de Yeray Cortés. Estaban todas atacadas. Y yo, después de haber estado en el concurso en La Unión, estaba tan tranquila.

Por supuesto, tienes una responsabilidad de hacer bien tu trabajo, que es tu profesión y tienes ganas de darlo todo artísticamente, pero tu nombre no está ahí delante. Es un espectáculo de Yeray Cortés. ¿Qué te enriquece como artista? No cabe la menor duda. Te reciben con cariño, formas parte de la compañía, pero es distinto a cuando vas a pecho descubierto. Las responsabilidades son otras. Al igual que las repercusiones.

"Si has nacido en La Granja sabes dónde está y qué es perfectamente la Casa Colorá"

P. Ganas de dar el paso hacia adelante veo que no faltan.

R. ¡Claro! Y eso siempre impone, por lo menos a mí, que yo soy nueva en esto a la hora de dar mis pasitos en solitario adelante. Pero tengo muchas ganas, a pesar de que siempre he dicho que yo nunca iba a hacer espectáculos, porque nunca he tenido ese gusanillo, ni esa inquietud.

Salomé Ramírez comenzó a bailar con cuatro años en la Casa Colorá de la barriada de La Granja en Jerez. MANU GARCÍA

P. ¿Cómo te llega la afición al flamenco? En algún momento tuviste que decir quiero ser bailaora…

R. Sinceramente, no lo sé. Mi madre me cuenta que con cuatro años acompañaba a mi prima al centro cívico de La Granja, porque ella aprendía allí a bailar sevillanas y, según me dice ella, yo la miraba con mucha atención. A eso hay que sumarle que, por lo visto, desde que nací, nada más que me quedaba quieta con el flamenco y no veía ni dibujitos.

A los cuatro años les dije que quería bailar, me llevaron a la academia con mi prima y cuando llegué sabía bailar las cuatro sevillanas de haber estado viéndola a ella. Y esto es cuando menos curioso, porque yo no era de las que estaban todo el día bailando en casa ni nada por el estilo. Y con Rafael Muñoz empecé a aprender a bailar flamenco en la Casa Colorá.

"Cuando me preguntan que de dónde soy, no digo ni Santiago, ni la Plazuela, digo La Granja"

P. La Casa Colorá o eres nativo de La Granja o no tienes ni idea de qué es.

R. Exactamente. Te estoy hablando de hace 30 años. Cuando aquello no era ni parecido a lo que hoy en día se ha convertido. Ese edificio era emblemático. Estaba al lado del colegio público Alcazaba. Si has nacido allí sabes dónde está y qué es perfectamente.

P. La Granja que, como territorio flamenco escondido de la ciudad, puede dar muchas sorpresas.

R. Por supuesto (ríe). Además, fíjate la cantidad de artistas que han nacido en la barriada. Desde David y Alfredo Lagos, pasando por El Londro, Jesús Méndez o incluso Joaquín Grilo. Además, cuando me preguntan de dónde soy, que si de Santiago, de la Plazuela o de San Miguel, yo siempre digo que soy de La Granja.

Durante la entrevista, Salomé Ramírez reivindica la barriada de La Granja como territorio flamenco de Jerez. MANU GARCÍA

P. Y Salomé Ramírez, no lo olvidemos. ¿De Rafael Muñoz dónde vas? Entiendo que vería tus cualidades y diría a tus padres la típica frase de "lleva a la niña a tal o cual sitio, porque apunta maneras de artista"

R. Con Rafael Muñoz aprendí muchísimo. Es un hombre desconocido. En realidad, él era un aficionado del flamenco, que tenía una tienda de alimentación en la barriada y daba clases porque le gustaba el baile y el flamenco, pero dejó de bailar muy joven.

Es más, él tenía un cuadro flamenco donde todos éramos niños y ahí empecé a bailar con cuatro años, por todas las verbenas de donde nos llamaran. No hacíamos cosas básicas, sino que bailábamos por alegrías, seguiriyas… por todos los palos. Nada de sevillanitas.

De ahí pasé a la academia de Manuela Carpio con 8 años, a los 12 incluso llegué a participar en el Lagar de Parrilla en la plaza del Mercado y, por último, estuve en la academia de La Chiqui de Jerez. A partir de ahí, con 20 años ya volé sola para dedicarme a bailar.

"La Chiqui de Jerez es la profesora que más me ha marcado"

P. De todos estos maestros, entiendo que te quedas con todos, pero ¿quién te ha marcado más en tu etapa de alumna?

R. Como tú dices, me quedo con lo bueno que todos me han aportado, pero si tengo que elegir una maestra, para mi es La Chiqui de Jerez. Fue ella la que me dio el impulso para dedicarme a esto, aprendí mucho de ella y me ayudó siempre en todo. Y no solo porque te enseñe la técnica o la base, sino porque también fue ella la que me dijo "hay todos estos maestros: vuela".

Salomé Ramírez recuerda con cariño su paso por las academias de Rafael Muñoz, Manuela Carpio y La Chiqui de Jerez. MANU GARCIA.

P. ¿Cómo ha sido la travesía de estos años volando en solitario?

R. Pues gracias a La Chiqui de Jerez, que me abrió la mente un montón, a los 20 años ya empecé a volar y, después de estar en la compañía de Farruquito con en el espectáculo Sonerías — estrenado en la Bienal de Flamenco de Sevilla en el año 2010— empecé a trabajar en los tablaos de Barcelona y de Madrid.

Al principio, pasaba temporadas y siempre volvía a casa. Igual que los viajes que hacíamos a Japón con Miguel Ángel Heredia — que hemos viajado muchísimo juntos— pero, como suele pasar, cada vez se hace todo más complicado, con 25 años me fui a vivir a Madrid y convivir en el ambiente flamenco en Amor de Dios.

P. Cuando llegas a Amor de Dios ¿con quién te encuentras allí? ¿Coincides con la última etapa de El Güito o la posterior ya con Alfonso Losa y José Maya?

R. Con la de Alfonso Losa. En esa tanda. Yo me iba todas las tardes allí, incluso hasta maquillada, para irme después al tablao. Daba clases con él y después a trabajar. Así que imagínate cómo eran esos días.

"En Madrid iba hasta maquillada a dar clases con Alfonso Losa en Amor de Dios para irme después a trabajar a los tablaos" 

P. ¿La madre y el padre de la artista dieron mucha guerra o te dejaron libertad?

R. Sinceramente, he tenido la libertad total y el apoyo incondicional. Incluso puedo decirte que hice que mis padres se enamoraran del flamenco. Desde pequeña decía "mamá, que quiero ir aquí, que quiero ir allí", y me llevaban a todos lados porque yo los obligaba. Si les decía que quería ir a dar un curso me llevaban. Lo único que me decían era: "tienes que estudiar".

P. ¿Les hiciste caso?

R. Por supuesto, tengo la carrera de Trabajo Social, aunque debo confesarte que, al principio, quería ser médico. Al entrar en el bachillerato tuve que decidir y me decanté por Trabajo Social. Más que nada porque yo ya trabajaba bailando. Mi vida ya era el baile. Y esa carrera es muy difícil compaginarla con otras cosas.

Salomé Ramírez se gradúa en Trabajo Social, aunque su sueño inicial era estudiar medicina. MANU GARCÍA.

P. Entrando ya en cuestiones de futuro, ¿cómo es tu nuevo proyecto? ¿Tiene mucho que ver con lo que estás haciendo ahora o quieres abrir otras líneas de expresión?

De momento, la forma de bailar que tengo ahora mismo no la quiero cambiar. Además, el espectáculo que voy a presentar se llama Palo Cortado y quiero hacer referencia a mi tierra. Aunque viva en Madrid, echo mucho de menos Jerez y siempre necesito que esté conmigo. Y ya que es mi primer espectáculo, mi verdad más verdad es esta.

P. ¿Quién te arropa en este estreno?

R. Pues de artista invitado me acompaña cantando Miguel Ángel Heredia, Manu Soto también viene conmigo en el cante, otro artista que también es de Jerez, y a la guitarra estará Antonio González, que es de Chipiona. No es de Jerez, pero está cerquita (ríe).

"A todos los artistas que somos bailaores flamencos nos gustaría estar en el Festival de Jerez"

¿Ha alterado en algo el premio a Palo Cortao?

R. Pues sí. La verdad. Yo tenía una idea, pero ahí estoy viendo si le damos una vuelta. Ten en cuenta que la contratación de este espectáculo es anterior a todo lo que me ha pasado. Entonces, desde la oficina que me lleva ahora mismo, tenemos la intención de poder moverlo y si hay que darle una vuelta, por lo que sea, pues se le dará.

De todos modos, como el planteamiento ahora es como un work in progress será un recital de baile que formará parte de todo un proceso que me lleve a un espectáculo, con su línea discursiva, su principio, sus inserciones y todas sus cosas.

Salomé Ramírez tiene la ilusión de volver algún día a su tierra y bailar en el Festival de Jerez. MANU GARCIA.

P. ¿Qué le dirías hoy a esa niña que empezaba a bailar con cuatro años?

R. Que nunca perdiera la ilusión, ni las ganas de luchar y la responsabilidad. Y que todo llega.

P. ¿Dónde te ves dentro de diez años? ¿Cuál es tu siguiente objetivo?

R. Ojalá, dentro de diez años, pudiera estar aquí en mi tierra. De todos modos, mi prioridad hoy en día es seguir con mi carrera en solitario, pasito a pasito y poco a poco. Y ahí no tengo una meta fijada. Pero sí me gustaría, igual que llevo 31 años viviendo del flamenco, en los tablaos y luchando, poderlo hacer con mi carrera en solitario y que todo esto me sirva para poder vivir en Jerez.

"Mi prioridad hoy en día es seguir con mi carrera en solitario"

P. Ahora que sale Jerez en la conversación de nuevo. ¿Has recibido la llamada del Teatro Villamarta para el próximo festival? Todavía no se sabe la programación ni el programa de cursos, pero sí que te recibió la alcaldesa para felicitarte por el premio.

R. A todos los artistas que somos bailaores flamencos nos gustaría estar en el Festival de Jerez. Y no porque yo sea de aquí, sino porque es uno de los eventos más importantes que hay. Si eso ocurriera algún día, me daría igual hasta el espacio. Sinceramente, a nivel profesional, mi tierra nunca me ha dado nada, salvo un Viernes Flamenco hace ya muchos años. Y me gustaría estar presente. Claro. Como jerezana y como profesional.

Por otro lado, si te puedo decir que cuento con el apoyo de muchas personas que me quieren y sería muy bonito poder estar en la programación del festival de baile flamenco con mayor repercusión que existe. Y que para mí es el mejor.

Salomé Ramírez reconoce que Manuela Carrasco es el icono del baile flamenco femenino actual, pero no pierde de vista a compañeros que "vienen pisando fuerte". MANU GARCIA.

P. Entrando en terrenos más íntimos y personales ¿en qué artistas te referencias a la hora de sentirte identificada? ¿quién te inspira a la hora de generarte ganas de bailar?

R. Me inspira todo lo que me gusta. Parece redundante, pero es así. Me encanta Manuela Carrasco, que es el icono actual del baile flamenco femenino, pero veo a la nueva generación que viene pisando fuerte y también encuentro cosas en ellos que me remueven. Edu Guerrero, Marco Flores, Farruquito… me inspiro en cualquiera que vea algo especial.

Además, soy superaficionada y me encanta ver vídeos, ir a ver espectáculos… cuando estoy en Jerez durante el Festival voy todos los días porque me encanta verlo todo. Otra de las artistas que admiro mucho es Paula Comitre, una compañera que es de mi edad y la admiro un montón. Me parece precioso las cosas que hace y me dio muy buenos consejos para el concurso. Le tengo mucho cariño.

"Me inspiro en cualquiera que vea algo especial"

P. Dentro del oriente y occidente dancístico que acabas de repasar. ¿eres más clásica o contemporánea?

R. A mí me gustan más las formas más clásicas u ortodoxas, pero también disfruto mucho viendo a Israel Galván, como tuve la oportunidad el año pasado de verle en el Festival de Jerez o Rocío Molina, que para mí es otro de mis grandes ídolos. Pero si hablamos de inspiración, como tú decías antes, y qué me da ganas de bailar, me lo provoca hasta una niña que llegue aquí ahora con cuatro años y baile por bulerías.

Me gusta el flamenco y me gusta la danza. Y todo lo que sea bonito y me transmita algo, me dan ganas de bailar.

Sobre el autor

David Montes

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