El teniente de alcaldesa de Coordinación de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Jerez, Jaime Espinar, mostró a representantes de Adifi, encabezados por su presidenta Carmen Menacho, el funcionamiento del nuevo sistema de doble rampa, eléctrica y manual, incorporado a los autobuses adquiridos por el Ayuntamiento para renovar la flota del transporte urbano. Este mecanismo pretende garantizar un acceso seguro y constante para las personas con movilidad reducida.
Espinar explicó que ya se encuentran en Jerez 23 de los 25 nuevos vehículos, todos ellos equipados con el sistema que, según afirmó, constituye “una reivindicación histórica de Adifi”. Añadió que, dado que la rampa eléctrica puede averiarse, se incluye una segunda manual, ya que “bajo ningún concepto podemos permitir que el autobús deje de ser accesible”, recordando que el transporte público debe estar orientado “especialmente a todas las personas con movilidad reducida”. También avanzó que este requisito se incorporará a futuras licitaciones.

El teniente de alcaldesa subrayó la importancia de conocer de primera mano la valoración de las personas usuarias sobre este acceso. En esa línea, señaló que la opinión de colectivos como Adifi es clave para el “objetivo de mejora continua”, y admitió que “hay cuestiones de señalización que mejorar”, un aspecto que se revisará en los próximos meses para reforzar la accesibilidad.
"Parecía que no éramos ciudadanos con derechos"
Espinar agradeció a Adifi “la paciencia que han tenido” a lo largo de los años, y recordó que las personas con movilidad reducida llevaban demasiado tiempo utilizando autobuses en condiciones no adecuadas. Reconoció que “no eran accesibles” y destacó que ahora la hoja de ruta está definida, permitiendo disponer de 25 autobuses adaptados, a los que se sumarán los próximos vehículos previstos, también equipados con doble rampa.
Por su parte, la presidenta de Adifi mostró su satisfacción por la llegada de los nuevos vehículos, asegurando que “por fin hemos conseguido los autobuses por los que tanto hemos luchado, año tras año”. Recordó que el colectivo había sufrido “porque parecía que no éramos ciudadanos con derechos”, pero celebró que comiencen a cumplirse compromisos que llevan tiempo esperando y que permitirán a sus usuarios desplazarse “como cualquier otra persona”.
Menacho lamentó que, hasta ahora, las personas con movilidad reducida “teníamos que adaptarnos a los 8, 9 o 10 autobuses que llevaban rampas manuales”, lo que suponía largas esperas para poder realizar cualquier trayecto. Además, recordó que el Reglamento de Uso del Servicio Público de Transporte Urbano permite a los usuarios con movilidad reducida viajar acompañados de mascotas pequeñas, de hasta ocho kilogramos, siempre que vayan en el regazo y sujetas con correa y bozal.


