"¿Dónde estás? Cambio y corto". "En el coche dando un paseo. Cambio y corto". Esta conversación tan sencilla se ha producido a través de una radio. Como si fuera un walkie-talkie, el dispositivo, a través de ondas electromagnéticas, permite comunicarse a dos personas. Cada miércoles, en un local municipal de la plaza de la Merced de Jerez, un grupo repite esta misma acción. La Asociación de Radio Unión de Radioaficionados Españoles cuenta con una sección local en esta ciudad dedicada a la radioafición.
Rodeado de equipos con solera, José Luis Sánchez, presidente de la URE jerezana desde 2016, comparte que durante las próximas tres horas estarán todos los equipos encendidos. Este pequeño museo se ha ido configurando desde 2013, año en el que nació esta rama de la asociación nacional fundada en 1949.
Sus 31 socios, procedentes de distintos municipios, han sentido alguna vez esa emoción de estar “on air” y recibir la respuesta de alguien que los escucha al otro lado. Comparten la pasión por las telecomunicaciones, un mundo que requiere conocimientos técnicos y licencias para emitir señales en las bandas especialmente designadas para ese servicio.

“Mi padre era maquinista naval, los barcos llevaban estos equipos. Mi primer equipo de radio me lo compró él hace 45 años”, dice José Luis, al que le llamaba la atención eso de hablar a través de walkies. Poco a poco se fue sumergiendo en la popular banda de 11 metros, de uso libre para las comunicaciones de corto alcance, hasta que se formó como operador en servicios de radiocomunicación.
“Empecé a hablar con uno, con otro, a hacer amistades y a recibir asesoramiento sobre equipos, antenas y formas de hacer radio”, comenta. Cada operador cuenta con un equipo montado en su propia casa desde el que hablan con el resto del grupo de diferentes temas. Por los micrófonos, han mantenido conversaciones de cacería, pesca o Semana Santa. “Es como una reunión de amigos, pero cada uno desde su casa. Lo bueno que tiene es que, en los días malos, puedes practicarlo”, expresa el presidente.
También es habitual que instalen antenas móviles y las conecten a las baterías de los coches, algo que les permite hablar por la radio desde cualquier punto. Más allá de ser un hobby, la radio se ha convertido en un aliado en casos de emergencia. Desde la URE siempre se habían ofrecido para colaborar. No ha sido hasta este año cuando las autoridades han sido conscientes de la utilidad de estos aparatos. Son un medio de comunicación cuando todo falla. “Nuestro hobby es de utilidad pública y está reconocido en el BOE”, añade.

En el apagón de abril, la URE fue una solución cuando no funcionaba el resto de canales. “Si se van todos los repetidores y todo lo digital, nosotros tenemos aquí lo de toda la vida, lo analógico, generadores de corriente, baterías, antenas, equipos y en diferentes bandas para poder comunicar en caso de que lo requieran las autoridades”, explica José Luis.
Durante todo el año, se encuentran “en stand by”, pero atentos a cualquier situación de catástrofe en la que puedan prestar sus servicios. Tras el apagón, cuentan con esta sala de transmisiones disponible las 24 horas del día. La URE presenta recursos humanos y materiales para esos momentos en los que nadie se puede comunicar. “Nosotros podemos montar estaciones de equipos de radio donde queramos”, señalan.
Colaboración con Protección Civil
Por ello, la asociación mantiene un compromiso de ayuda a la ciudadanía y disponibilidad para actuar en el Cecop y dar servicio y apoyo en las comunicaciones cuando sea demandado. Así colabora dentro del Sistema Nacional de Protección Civil mediante charlas y cursos de formación al voluntariado de este servicio público.
“Hemos elaborado una guía básica de operadores de radio en emergencia para esos cursos formativos. Nuestra política es que nuestras puertas están abiertas a cualquier persona que tenga inquietud”, comenta el presidente mientras enseña los dispositivos y algunos diplomas de la labor que realizan.
EA7URX es el indicativo que recibe esta sección dada de alta en el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. Además del nombre genérico, cada persona operadora tiene uno oficial asignado para poder transmitir. “Tienes que tener un carné de radioaficionado para salir en las bandas de radio”, explican.
En este sentido, es fundamental adquirir los conocimientos necesarios. Según detalla José Luis, actualmente, es “más asequible” obtener la titulación que antaño. “Antes había que examinarse de telegrafía, de legislación y de manejo de aparatos. Y, además, confirmar que habías hablado con 16 países para que te dieran el indicativo. Y pagar dinero cada cinco años”, sostiene.
El grupo se esmera con entusiasmo por difundir esta afición y darla a conocer. Y lo hace con gusto no solo a través de una revista especializada, donde ponen en valor el patrimonio jerezano. Los socios tienen como objetivo acercar la radio a las escuelas y colaborar con los scouts en las llamadas Jamboree. En este evento, personas de todo el mundo se comunican entre sí a través de la radio, promoviendo el intercambio cultural. Al finalizar, pueden usar 73 #, la despedida tradicional de radioafición, que viene a significar “saludos cordiales”.


