Tras consolidar su primer proyecto gastronómico en Jerez con La Tasquita de Aladro, los hermanos Ramón y Eliseo Benítez dan el salto con un segundo establecimiento: La Quillería, que abrirá sus puertas el próximo miércoles 2 de julio a las 20:00 h en el parque de San Joaquín. La nueva propuesta mantiene la esencia del primer local, pero introduce un giro más desenfadado y de barrio, con la misma ambición culinaria.
"Este proyecto nació con la idea de abrir entre dos y tres establecimientos en los primeros cinco o seis años de vida de la sociedad", explica Ramón Benítez, cocinero y socio de La Tasquita. La llegada de Ramón a Jerez tras más de dos décadas en Sevilla marcó el momento de unir fuerzas con su hermano Eliseo y dar forma a una visión común: "Había muchas ganas de hacer algo bonito, algo interesante, con tres modelos de negocio".
La filosofía culinaria de los hermanos Benítez parte de una premisa que han bautizado como "decadencia actualizada". Según Ramón, se trata de evocar la cocina tradicional de las tascas de toda la vida, "la comida de nuestras abuelas, de nuestras madres, esos sabores de siempre”" pero reinterpretados con elegancia, buen producto y un servicio cuidado.
"Aquí se podrá venir a tomar una cerveza o una tapa, pero también a almorzar o cenar con contundencia. Las brasas y los arroces serán nuestras dos grandes especialidades", adelanta.
Además de recuperar platos clásicos, La Quillería incluirá guiños a cocinas del mundo como la venezolana con una versión de la arepa o la marroquí, con una pastel andalusí inspirado en la pastela tradicional. Aunque Ramón admite que su cocina tiene una inclinación personal hacia lo asiático, rechaza la etiqueta de "comida fusión" y apuesta por una base firme en la cocina andaluza tradicional.
Una ubicación con sentido: de vuelta al barrio
La Quillería nace también como un homenaje a las raíces. Eliseo Benítez, natural del barrio de San Joaquín, tenía claro que quería abrir un local en la zona en la que estudió y creció. "El sitio tiene vida, cada vez más. Y al hacer el estudio de mercado, vimos que está rodeado de barriadas muy pobladas: San Joaquín, El Almendral, Montealto, Pie de Rey, El Altillo… es casi una mini ciudad dentro de Jerez", apunta Ramón.
Esa densidad de población y la dificultad creciente de aparcar en el centro hacen que muchos vecinos busquen opciones de ocio gastronómico en otras zonas. La Quillería se suma a la transformación del parque de San Joaquín como eje social, con una terraza orientada hacia el bulevar peatonal y un ambiente apto para familias: "Puedes dejar a tus críos jugando en el parque y estar en compañía de tus amigos o familiares. Es un lugar para quedarse".
La compenetración entre ambos hermanos es clave en el funcionamiento de sus negocios. Mientras Eliseo dirige la parte de sala, Ramón lleva el timón de la cocina. "La Tasquita es nuestro bebé, lo que nos ha permitido crecer. Y no lo vamos a descuidar. Pero somos dos socios, dos hermanos, y eso nos permite repartirnos muy bien las tareas. En los inicios estaré más presente en La Quillería", explica.
Un nombre muy cercano a la gente
Sobre el nombre del nuevo establecimiento, Ramón confiesa que es una declaración de intenciones: "La Quillería se refiere al quillo, ese término tan nuestro. Queríamos alejarnos de lo excesivamente tradicional y meternos en un rol un poquito más desvergonzado".
Con la apertura inminente y muchas expectativas puestas en el nuevo proyecto, La Quillería aspira a convertirse en un nuevo referente de barrio, sin perder el sello de calidad y personalidad que los Benítez han consolidado en la hostelería jerezana.