Instalar un parque infantil con 0 sombra en un municipio como Jerez, donde es raro el día del año en el que no aprieta el sol, debería ser una práctica en extinción. Sin embargo, rara es la instalación de este tipo que no se tuesta al sol y que, especialmente en verano, reduce al máximo el horario en el que puede ser utilizada por los niños y las niñas.
Si a esto además se suman los problemas de mantenimiento o la suciedad que se acumula en su interior, no es raro que vecinas del entorno de Chapín se quejen de todo lo anterior.
En concreto, lamentan que "de dos parques que hay en la zona ni uno cuenta con la más mínima sombra, en estos días de verano es imposible acercarse con los niños".
Orín de gatos y cáscaras de pipas (tarjeta roja a los incívicos) regando todo el suelo son elementos que acompañan a estas instalaciones, denuncian los vecinos a este periódico.
El zafarrancho de limpieza municipal va a tener que redoblar esfuerzos para tener la ciudad como una patena, y en cuanto a la sombra, debería haber ya un número de árboles obligatorio por cada proyecto de ciudad que se ponga en pie.
