El 40 aniversario del Circuito de Jerez se presentaba como una gran fiesta del motor. Con carreras, conciertos y exposiciones de vehículos, el evento había atraído a aficionados de toda España, Portugal e incluso Italia. Sin embargo, no todos los asistentes se marcharon con buen sabor de boca.
Uno de ellos, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha compartido con lavozdelsur.es su experiencia, marcada por la desorganización desde el inicio. “Al llegar sobre las 11.30, con nuestra entrada comprada semanas antes, nos encontramos con que teníamos que hacer una cola para canjearla por una pulsera”, relata.
Lo que parecía un trámite habitual acabó convirtiéndose en un problema. “Hasta ahí todo normal, si no fuera porque tenían a una sola persona para canjear las entradas por pulsera. Incluso, sobre las 13.00 horas, cuando ya llevábamos esperando más de una hora, cerraron la ventana de canje durante unos 10 minutos”, denuncia.
El aficionado se pregunta. “¿Cómo estamos quedando ante el visitante? ¿Cómo tratamos así a este público que asiste a una fiesta ochentera y que en su mayoría tiene cierta edad? ¿A quién se le ha ocurrido hacer pasar a todos los afluentes a través de una sola persona?”, dice con indignación.
La tienda y el museo, cerrados
Una vez dentro del recinto, la situación mejoró gracias al ambiente, que ha descrito como “maravilloso, con buen rollo como siempre hay en estos lugares”. Las carreras fueron vibrantes y los conciertos, según su testimonio, “para enmarcar”. Sin embargo, el asistente critica la gestión del evento. “Un Circuito que, en mi opinión, maltrata cada vez más a la afición”, expresa.
Además, añade que la tienda oficial y el museo permanecieron cerrados durante el aniversario. “Una afición que sigue vistiendo orgullosa su ropa, aunque la tienda y museo esté inexplicablemente cerrada en la celebración de tal efeméride”, concluye el testimonio.