Ganemos Jerez propone democratizar el salón de los vinobles nobles, generosos y espirituosos, que se celebrará del 3 al 5 de junio, con un día de puertas abiertas al público general "a precios asequibles". El gobierno local quiere rebajar el precio público por asistir al evento para captar más empresas.
Vinoble, el salón de los vinos nobles, generosos y licorosos, celebrará su décima edición del 3 al 5 de junio de 2018, la segunda bienal consecutiva que albergará el Alcázar de Jerez tras el parón de 2012. Con el balance de la última muestra de 2016 en la mano, que concluyó con un superávit de 100.000 euros y un balance sintetizado por el ejecutivo socialista en 8.000 visitas, 100 exportadores-importadores, unas 800 referencias y 150.000 copas servidas, ahora toca pensar en el rumbo que tomará el salón el año próximo. Si el gobierno local ha expresado a los grupos de la oposición su intención de abaratar el precio público por participar en la futura edición, Ganemos Jerez ha avanzado su idea de democratizar un evento de elite que hasta ahora solo estaba prácticamente reservado para el público especializado. Antes que rebajar los ingresos por participar, la agrupación de electores entiende que que "pueden tomarse otra serie de medidas para que el salón sea más atractivo para las empresas y que por tanto estas decidan participar en el mismo". Entre estas medidas, que este jueves se debatirán en pleno, está la de abrir Vinoble al público general en el último de sus tres días de duración.
Ganemos propone segmentar el público asistente al salón jerezano, reservando los dos primeros días al sector profesional, para a partir de entonces abrir las puertas al público general, "con un precio asequible a todos los bolsillos y con actividades específicas para dar a conocer los vinos y sus diferentes registros". Del mismo modo, propone habilitar una página web para que el visitante profesional pueda saber en qué actividades (catas, showcooking...) tienen plaza con anterioridad al comienzo del evento, "evitando así largas colas innecesarias y los privilegios de última hora". Otra de las propuestas sugiere exigir a las empresas expositoras la obligatoriedad de disponer de vino suficiente para todo el salón, "con el objeto de que no se repitan stands cerrados antes de su clausura, tal y como ocurriera en pasadas ediciones".
En su última edición, Vinoble contó con un presupuesto de 100.000 euros, suprimiendo la figura del comisariado del salón, cuyo coste rondaba los 80.000 euros. De hecho, la única edición que organizó el gobierno anterior del PP tuvo un coste de alrededor de 150.000 euros para las arcas municipales —en 2004 el déficit de la muestra llegó a bordear el millón de euros—, pese a que contó por ejemplo con una ayuda del Ministerio de Agricultura, entonces dirigido por Miguel Arias Cañete, cifrada en 46.000 euros. Esfumado este apoyo, el actual gobierno local no tuvo más remedio que replantearse los costes de una cita enfocada a la promoción exterior de la ciudad y a sus vinos. Para la próxima edición, la junta de gobierno local ya ha aprobado un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y El Corte Inglés con el fin de apoyar la modernización del salón y contribuir a la mayor difusión del evento. En virtud de este acuerdo, El Corte Inglés aportará equipos informáticos que ayuden a reforzar la gestión integral del evento y el Ayuntamiento, por su parte, incluirá la firma de este grupo de grandes almacenes en su material y actividades de tipo promocional.
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