Alguna confusión, alguna búsqueda de una nueva rutina con el vehículo. Es lo que toca para muchos vehículos que recorrían cada día, hasta hoy, la ronda Muleros, vía fundamental para el tráfico de Jerez. A un extremo, una de las entradas de Jerez, Cuatro Caminos, donde convergen quienes entran y salen de la ciudad desde la Bahía y desde la Costa Noroeste. Un corte en la cuesta de Alcubilla, el giro a la derecha que deja a la espalda las bodegas de González Byass. Al otro lado, Madre de Dios, el entorno de la estación, que siempre es un punto caliente de vehículos que o entran al centro, o van hacia avenidas como Arcos, la Universidad o la avenida de La Paz. Está cortado hasta la calle Juan Moneo 'El Torta'.
A primera hora de la mañana comenzaba la obra con el corte de la ronda desde donde aún se llama avenida de Torresoto. En este punto, había alguno que aún intentaba colarse sobre el corte.
Mientras se aplicaba y no el corte, un autobús que recorre la provincia cada día buscaba el habitual camino hacia la estación de autobuses. Era, prácticamente, el último vehículo en recorrer el camino, ya que oficialmente aún se podía pasar, ya casi por delante de los obreros que iban cerrando el paso.
El objetivo es el arreglo del abastecimiento y saneamiento de aguas. Un terreno que además ha sufrido problemas. La obra requerirá levantar muchos puntos de la calle, pero se pretende resolver en un tiempo casi récord, debido al número de metros sobre los que se trabaja.
Una vez se aplicaba el corte, algún coche aún intentaba ganarse el paso. "Solo residentes", decían los trabajadores, señalando el cartel que advertía eso mismo. En dos semanas, todo será normalidad. Mientras, dependiendo del lugar que se tenga por destino, tocarán las vías alternativas. Ya sea por el centro (San Agustín, calle Caballeros...); ya sea desde algún punto de San Telmo para buscar el centro de la ciudad; o incluso rodearla por la avenida del Colesterol para llegar al Este o Norte de la ciudad.
