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Algunos vecinos coinciden en que este último fin de semana de septiembre ha dado un respiro. Sin embargo, el mal olor llevaba varios días impregnando las calles, plazas y viviendas de la ciudad.
"Jerez huele a mierda", se quejaba una usuaria de la red social Facebook sobre la fétida sensación, que se prolongaba especialmente por la madrugada, comenzando a la hora del atardecer y no yéndose hasta bien entrada la mañana.
Hace dos años por estas mismas fechas, el mal olor en la ciudad se prolongó durante semanas, provocando hasta un debate político en el que oposición y Gobierno local de aquel entonces no se ponían de acuerdo sobre los motivos reales.
Afortunadamente, el mal olor se fue yendo con el cambio de estación, la llegada de temperaturas más bajas y las primeras precipitaciones del otoño. Sin embargo, el fétido olor que hay en Jerez algunas noches no es motivo de la sequía, ni del calor, ya que tiene un origen en los campos agrícolas.
Todo parece apuntar que se trata una vez más de estiércol en una época de fin de verano y tras la vendimia, en la que se están abonando los campos de alrededor de la ciudad.
Probablemente, se trate estiércol de basura que también se aplica en las viñas, y que tiene un menor coste que los fertilizantes tradicionales.
Este año parece haber sido más fuerte que el pasado verano, notándose especialmente en la tercera y cuarta semana de septiembre.
Con la llegada de octubre y del otoño, este mal olor volverá a ser historia, como el misterio de su procedencia, que parece ser más desconocimiento del entorno que rodea a una ciudad que fue agroindustrial y que ahora quiere mirar hacia el sector servicios con el turismo por bandera. Que se vaya pronto por el bien de todos.
