Ana Herica Ramos (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1980) es conocida en Jerez desde antes de haber formado parte del gobierno local en el pasado mandato de Mamen Sánchez, entre 2019 y 2023. Por su trabajo en Ceain, una labor que ha realizado a menudo para la zona Sur de la ciudad en la intervención comunitaria. Ahora sigue de concejala, pero en la oposición, y sin retribución (mucha gente piensa que se cobra por ser elegido concejal, y no es así, lo hacen los portavoces de los partidos y los que tienen cargos en el gobierno). Dentro de sus actividades privadas, hace unos días sorprendía a muchos promocionando en sus redes terapias del par biomagnético y del método Códica.
Antes de hacer la entrevista, se le advierte: no hay convencimiento a este lado de la conversación sobre la capacidad real de sanar de ambas terapias, pero con la promesa de que podrá explicar lo que considere y se reflejará en el texto con honestidad. Recordando, eso sí, que la terapia magnética ha sido catalogada como pseudoterapia por el Ministerio de Sanidad. En esa línea, ella misma insiste: no se habla de curar sino de "sanar".
A diferencia de otras entrevistas que haya hecho Ramos en el pasado, en esta trasluce un sentimiento distinto, una forma de expresarse diferente. "No entiendo mi vida sin estas oportunidades migratorias que he tenido", explica al hablar de su trayectoria. Llegó a España hace 20 años y desde 2010 tiene doble nacionalidad. Esos años de trabajo comunitario le acabaron poniendo por delante la opción de las listas del PSOE y en el 23 aquello de gobernar se acababa.
Pregunta: Dicen que la moqueta es adictiva.
Respuesta: Estar siempre ahí, creas que no, gusta, porque eres bienvenida, te esperan, tomas la palabra... aunque yo siempre quise tomarla sin pisotear a nadie. Es un ejercicio, creo, de desarrollo personal. Hay cosas en que me habré equivocado y que no habré gestionado bien a nivel emocional, personal y político pero creo que en general he podido defender un espacio personal, mío. Me ha costado que iba por libre. Yo no defiendo personas, defiendo ideas que me inspiren, en las que vea nobleza, bien común. Y cuando encuentro eso, yo resueno, vibro, doy todo. Y cuando no, intento también estar sin estorbar. Si me piden apoyo, doy; si no me lo piden, he aprendido a no estar. Yo creo que ahora intento estar sin estorbar.
P: La política es una acción conjunta de personas, en favor de una sociedad. Es como el ser humano, pero en conjunto. ¿Qué le toca sanar a la política, como si fuera un ser humano?
R: Necesita recordar que es humano, porque si enfermamos en el vínculo, nos curamos en el vínculo. El ejercicio político no nos puede disociar de lo que somos como persona. Si te cuidas a nivel mental, emocional, a nivel físico, te preparas, te desarrollas, vas a tener por ende un mejor ejercicio político, más cualitativo para la ciudadanía. Hay que escuchar y respetar el sentir del otro, el porqué te demanda eso, si es desde su deseo, su anhelo, su ego. Si la política se centra en que soy humano, es una congruencia que se beneficie la comunidad.
P: Ha estado cerca de políticos relevantes de la historia reciente de Jerez: Mamen Sánchez, José Antonio Díaz, María José García-Pelayo, Antonio Saldaña... ¿Qué problemas pueden llegar a tener respecto a lo que hablaba?
R: He echado en falta conocer más a la persona en política, y te hablo en general. Una alcaldesa de la ciudad tiene su espacio de confianza, un núcleo, con mayor nivel de implicación. Si no estás en ese núcleo no conoces a la persona. Yo no formo parte del partido como sí lo hacen José Antonio [Díaz], Laura [Álvarez]. Yo conocí a una Mamen Sánchez trabajadora, que te deja trabajar, pero estoy segura de que ella ha tenido ese espacio más íntimo con otras personas pero no conmigo.
P: A día de hoy, en la política hay muchos cara a cara muy fuertes, con mucho grito. Y quienes participan parece que incluso lo disfrutan. Pienso en políticos con mucha capacidad para desarrollarse en esos debates, como José Antonio Díaz o la propia alcaldesa, muy experimentada en estos cara a cara, cada uno de ellos con su tono.
R: Lo que incomoda a uno puede que a otro no le incomode. A esa pregunta deben responder las personas que lo hacen. No se puede sufrir por el que no sufre, y si no les parece un problema... Si hacemos un análisis, el ejercicio político pierde, porque hay una falta de inspiración y de credibilidad en referentes. Pero yo no haré un psicoanálisis de la política municipal. Si están cómodos, si actuar así les da bienestar, si duermen tranquilos por la noche, si no tienen problemas gastrointestinales, entonces no hablamos de ningún problema.
Las terapias que realiza Ana Herica Ramos
P: Me gustaría saber qué significa que puede sanar con imanes, en qué consiste.
R: Llevo desde 2020 muy cerca de esta terapia. Mi marido es médico y lo he acompañado a charlas y formaciones que ha dado. Yo conectaba mucho con el planteamiento del par biomagnético. En mi infancia, juventud y vida adulta he estado en búsqueda de métodos que te permitan vivir con mayor conciencia y más protagonista de tu historia, de tu vida, incluso ligada a las parroquias, desde la palabra o el rito. Con el par biomagnético no se tratan enfermedades sino a personas. Los imanes ayudan a detectar desequilibrios, que pueden deberse a tener una zona del cuerpo más ácida o más alcalina.
P: El pH.
R: Exactamente. El 7 es el más equilibrado posible. Uno de los principios de la salud es el equilibrio. Si tu pH está equilibrado, difícilmente nos dañen virus, bacterias, parásitos... Cuando el pH está en desequilibrio, por ahí se mueven estos patógenos. Cuando estás triste, puede deberse a una pérdida, por ejemplo, un duelo, y eso tiene su proceso. Pero si se alarga, afecta directamente al sistema inmunológico, que es el que nos defiende. Nosotros tratamos a personas, no el síntoma. No todos enfermamos de la misma manera. Si vamos al médico con la misma dolencia, nos pueden dar el mismo medicamento y funcionar diferente.
Pero yo defiendo la medicina convencional, es mega necesaria. Y como política defiendo un sistema público, de calidad, pero también cálido. Antes el médico miraba a la persona, y te miraba los ojos, la barriga... Ahora, los ritmos de las personas son distintos. En el par biomagnético, a través de imanes de mediana intensidad, que están revisados, detectamos el desequilibrio.
P: Según esto, entonces, ¿qué cura? Y más importante, ¿qué no cura? No sé si un cáncer.
R: La terapia no es invasiva, es indolora, no hay efecto secundario. Te ayuda a equilibrarte, a recuperar tu estado anímico, a tomar conciencia de que tienes que mejorar tus hábitos de vida. Si vienes con estreñimiento, se detecta en zonas si hay desequilibrio. Pero si no haces deporte, eres sedentario, comes fritura... El milagro empieza por tomar conciencia de que lo que está en tus manos debes hacerlo. ¿Qué no es recomendable tratar? A quien esté en quimioterapia, por ejemplo. Por una explicación sencilla, porque tiene efectos bastante agresivos sobre el organismo, en algunos más y en otros menos. ¿Por qué? Eso corresponde decirlo a quien lo estudia. Si pones un imán y hay un efecto contrario, la persona no va a pensar que es efecto de la quimio, porque confía en el sistema médico, porque es el que conocemos y al que hemos depositado nuestra confianza. No estoy diciendo que esté bien o mal, sino que es el instaurado. Si la terapia del par biomagnético no es invasiva, no debería hacer daño, pero por responsabilidad, nuestra recomendación es siempre que siga con sus especialistas.
P: Nunca le dirían que no se pongan una quimio.
R: Ni somos antivacunas, ni somos contrarios a los estudios en relación a enfermedades y sus tratamientos. Nosotros por eso no hablamos solo de curar, sino que el verbo estrella es regular, equilibrar. Hasta Cleopatra usaba imanes.
P: También habla del método Códica.
R: Es un método que trabaja el sistema neuronal a través de sonidos binaurales en nuestro cerebro. Lo patentó el doctor que patentó el método del par biomagnético. En Códica no hablamos de terapia, sino de consultoría, porque se trabaja más en el desarrollo personal, en 21 emociones. Para mí en ambos casos lo importante es la honestidad, no vendo humo ni creo expectativas. El método que se utiliza es importante; el terapeuta también. Yo soy comunicadora social, pero he terminado la primera fase que me acredita para poder ejercer en el par biomagnético, y en noviembre terminaré la siguiente. Yo sigo formándome.
