El Pleno el Ayuntamiento de Jerez se ha sumado al debate que se ha despertado en torno al monasterio de la Cartuja y su estado de conservación, así como a la petición de que se establezca un programa de visitas.
El grupo Mixto presentó una proposición en este sentido que fue apoyada por unanimidad de todos los grupos políticos. La resolución “insta a la Junta de Andalucía a hacer un estudio del estado del monumento y establezca un programa de visitas a los edificios”.
Recordar que, entre otros colectivos y formaciones políticas, la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Jerez (DEPA) llamó la atención sobre este asunto y adelantó que exigirá a la Junta que la apertura a las visitas del monasterio conforme se estipula en las obligaciones inherentes a los edificios civiles y religiosos que tienen la declaración de Bien de Interés Cultural.
Expertos en arte e historia de la ciudad tampoco se han acallado esta reivindicación, sumando inquietudes por no poder conocer el interior y analizar lo que se dice que se está haciendo con ciertas inclusiones que desvirtúan la magnificencia del cenobio.
Recordar que la Cartuja jerezana atesoraba una impresionante colección de zurbaranes que hoy están, en su mayoría, en el museo provincial. O el apostolado que adornaba el refectorio que se trasladó a la Catedral de Jerez e incluso uno de los retablos menores del cenobio que se llevó e instaló en la sede del obispado en Bertemati.
El devenir histórico del monasterio ha sido un despropósito: la ocupación francesa, con su correspondiente expolio seguido del abandono más absoluto y para rematar, la desamortización; junto a todo esto y en ese ‘oscuro’ transcurso las ‘distracciones’ de obras de arte que han dio a parar a colecciones particulares, del mismo modo que piezas de retablos y muchos más elementos de interés artístico que han cogido el camino de la desaparición.
“El retablo mayor fue el primero barroco con columnas salomónicas de la zona, pero acabó como madera para los hornos de las panaderías jerezanas”, ejemplificaba a lavozdelsur.es el historiador del arte José Manuel Moreno Arana de lo que sucedió cuando esta pieza fue desmontada.
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