La calle Aire o cuesta del Aire, así llamada por la ‘fuerza con que sopla el aire en la misma, por su situación al Sud-Este y como contigua á edificios tan altos’, (Noticia histórica de las calles y plazas de Xerez de la Frontera, del archivero municipal Agustín Muñoz Gómez) está siendo remozada en lo que se refiere al largo muro (casi 50 metros) que la separa del patio de los naranjos de la Catedral y que corre desde la puerta de Visitación de la Catedral de Jerez hasta desembocar frente al Alcázar.
En estos días se está procediendo a pintar el muro, cuyo efecto estético se deja notar, pero no lo suficiente dado el discutible aspecto que tiene la tapia, cuyo estado no es acorde con el sitio que ocupa, lugar de tránsito de numerosos visitantes que van desde la Catedral hasta el Alcázar o las bodegas González Byass, en pleno corazón del casco antiguo de la ciudad. Esta construcción, más allá del trabajo de pintura que ahora se le aplica, precisa de una intervención más profunda, ya que salta a la vista los numerosos desprendimientos que tiene en el enlucido.
Mientras que su lado izquierdo (subida) forma parte de la parte lateral de un conjunto residencial en su día promoción de la Empresa Municipal de la Vivienda, Emuvijesa, el derecho lo ocupa en su totalidad este tabique.
Además, la calle Aire es un lugar de interés arqueológico, ya que en anteriores excavaciones, por las obras de construcción de dichas viviendas en el año 1998, se hallaron restos de unos baños, posiblemente árabes. Ya desde entonces, para dejar constancia de esta antigua instalación, se dejaron unas cristaleras a mitad de la vía para que puedan ser vistos por los viandantes que por allí transitan, en una calle corta vía pero de importante tránsito por su ubicación.
