La alcaldesa, que prometió hace cuatro años en la oposición que reduciría el tipo impositivo que grava la 'contribución' al mínimo para rebajar los recibos, lo ha aumentado un 37% este año para no perder ingresos.
Mientras aprobaba la cuarta revisión del Plan de Ajuste del Ayuntamiento, que precisamente exige todo lo contrario, y mientras ha incrementando en un 37% el tipo de gravamen del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para no perder ingresos pese a que la revisión catastral ha provocado una bajada media del 29% en el valor de los pisos en Jerez, la alcaldesa no puede pensar en otra cosa que no sea dar la vuelta a los negros nubarrones electorales del próximo 24 de mayo. Hoy, en un pleno extraordinario económico, la líder del PP se ha comprometido públicamente a bajar los impuestos en la próxima legislatura. No ha especificado nada más, solo ha dicho que es un "reto" conforme "la situación del Ayuntamiento vaya mejorando". Lanzada, ha llegado a decir que "ese es nuestro reto, que los servicios sean mejores, los ciudadanos paguen menos y los trabajadores tengan más estabiidad".
Momentos antes, el delegado municipal de Economía y Hacienda, Enrique Espinosa, en tono grave, admitía que el gobierno del PP no ha podido asumir su compromiso de la oposición de bajar la cuota que los jerezanos pagan de IBI y poner punto final al catastrazo. "Hemos bajado los valores catastrales en un 29% y eso es una buenísima gestión. Que eso no sirve para bajar el IBI, tampoco lo hemos subido; hemos mantenido los ingresos por el IBI, pero los valores catastrales sirven para muchas cosas para el ciudadano, como las sucesiones, las transmisiones, etc.", ha dicho un edil cuya evidente falta de mordiente política ha obligado una vez más a Pelayo a echarle el capote ya con un discurso netamente electoralista.
En todo caso, la regidora popular ha insistido en que "nuestro compromiso era reducir los valores catastrales y lo hemos cumplido; cuando una persona venda su casa tendrá que pagar menos plusvalías, o si solicita una beca tendrá más posibilidades por tener un valor más bajo de su vivienda. No reconduza la reducción solo al IBI porque afecta a muchos aspectos de la vida del ciudadano. Cualquier ciudadano verá, cuando reciba su factura, que paga lo mismo o menos que el año pasado. La mentira tiene las patas muy cortas". Por esa misma regla de tres, cabe recordar que en octubre de 2010, la entonces líder de la oposición, María José García-Pelayo, asegura públicamente: "Cuando gobernemos el año que viene, nos comprometemos a bajar el IBI al tipo mínimo del 0,4%". Un tipo que ella ahora ha decidido subir al 0,652% para que, tras la reducción de los valores catastrales, las arcas municipales no se vean mermadas en sus ingresos.
La oposición ha reprobado una subida "encubierta" del IBI en un 29%, que es justo lo que se debería haber recortado a este impuesto gracias a la revalorización a la baja de los inmuebles del municipio. "No se ha utilizado la bajada de la revisión catastral para bajar este impuesto, mientras que el resto de impuestos y tasas se han congelado o se han subido", ha reprochado la portavoz de Foro, Rocío Montero. Tras tres años de bonificaciones a raíz de la nueva ponencia de 2008, el anterior gobierno de Pilar Sánchez no tuvo más remedio que bajar el tipo que grava la conocida contribución en las ordenanzas fiscales de 2011 para amortiguar los efectos del catastrazo. Entonces, Pelayo criticaba justo lo que ella ha hecho ahora desde el gobierno, tal y como ha reconocido su propio delegado de Economía: “Vamos a pagar lo mismo que si no hubiera habido catastrazo. Ni perdemos, ni ganamos".
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