Bodegas Tradición, fiel a su cita con la historia vitivinícola del Marco de Jerez, presenta “Vendimia en Jerez”, su nueva exposición de fotografía antigua que se podrá visitar del 7 al 16 de septiembre en la propia bodega. Pertenecientes al archivo fotográfico de Tradición, son instantáneas de incalculable valor que reflejan el trabajo de la vendimia y todo el proceso de creación del vino a través de una selección de fotografías en blanco y negro.
Manuel Marín, director del archivo de Bodegas Tradición, junto al fotógrafo Álvaro Rivero, ha organizado esta muestra que recopila 66 imágenes a través de las que se narra la vendimia de Jerez. Viñas, lagares, trabajos, fiestas... Son momentos, espacios o rituales que llevan marcando el ritmo de vida de la ciudad desde tiempos inmemoriales. La recolección de la uva en al campo, el traslado a la bodega de los cestos por parte de las mujeres o el pisado son algunos momentos captados en estas fotografías. Una oportunidad única para comprobar cómo esta tradición se ha mantenido prácticamente inalterable de generación en generación, hasta alcanzar hoy en día la excelencia y la más alta distinción.
Esta cita cultural en Bodegas Tradición es una constante, ya que en diferentes ocasiones a lo largo del año saca a la luz su patrimonio cultural y fotográfico para explicar la historia del mundo del vino en Jerez y en España. El de Bodegas Tradición es un proyecto cultural único que engloba una pinacoteca, una colección fotográfica y un archivo documental, todos abiertos al público e integrados en la misma bodega.
Bodegas Tradición: La protección de un legado centenario
Ubicada en el barrio de San Mateo, intramuros del casco antiguo de Jerez de la Frontera y junto a la Plaza del Mercado, la más antigua de la ciudad, se encuentra Tradición, bodega fundada en 1998 por Joaquín Rivero. El valor patrimonial e histórico del enclave ya anticipa los pasos que lo guiaron a la hora de emprender su sueño cultural y enológico y de dar nombre a la bodega. En primer lugar, recuperar los procedimientos de crianza y embotellado de la región en su época de mayor esplendor, el siglo XIX.
Ello se tradujo en la decisión pionera de comercializar en exclusiva vinos muy viejos, para lo que se seleccionaron soleras y criaderas caídas en desuso, casi olvidadas por las familias que las cuidaron, pero excepcionales. En segundo lugar, honrar la tradición familiar: la vinculación de la familia Rivero con el vino se remonta a 1650, año de fundación de Bodegas CZ por Pedro Alonso Cabeza de Aranda y Zarco, y se consolida en 1791 con un matrimonio que unió a dos de las familias más importantes en la producción y comercialización de Jerez, los Cabeza-Tixera y los Rivero, lo que provocó la refundación de la bodega bajo el nombre Rivero CZ. Además, la rama materna de Helena Rivero, actual presidenta de la firma, alcanza otras dos de las grandes sagas de la región: su abuela llevaba los apellidos Domecq González. Ella es quien ha tomado el testigo de Joaquín con devoción y respeto, pero dispuesta a convertir sus vinos en la puerta de entrada a un mundo exclusivo, sofisticado y hedonista, y a desvelar sus misterios.
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