Una parada ecuestre para la historia: los caballos vuelven a las calles de Jerez

La Real Escuela coordinó un brillante desfile con cerca de 160 caballos de 11 instituciones ecuestres de gran prestigio, propiciando una tarde de gran animación en el centro

Parada ecuestre con ejemplares de la Yeguada Militar, en una imagen de archivo.
07 de julio de 2023 a las 21:45h
Actualizado a 08 de julio de 2023 a las 09:24h

El medio siglo de vida que celebra la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre ofreció ayer uno de los platos fuertes del programa de actos, en este caso, fuera de los muros del Recreo de las Cadenas. El centro urbano registró un magnífico ambiente, mayor que en las zonas de inicio del desfile. Cámaras de fotos, móviles, tablets… no faltaron en casi todas las manos para recoger imágenes de este acontecimiento.

Fue una gran parada hípica, tal vez a un paso demasiado rápido como para recrearse más en los detalles. Eso sí, la calidad y excelencia de las once instituciones participantes la hicieron única, algo que, evidentemente, subyugó al público que se concentró sobre todo en el centro urbano para ver pasar a la Policía Municipal de Jerez, que reapareció con caballos de capas castañas, tras dejar de hacerlo cada día a modo de patrulla; los elegantes jinetes de la Real Escuela con el veterano Álvaro Domecq, patrono de Honor de la institución presidiendo la representación, que incluyó una selección de sus magníficos enganches.

La escuadra de timbales y cornetas de la Guardia Real abriendo la comitiva.     CANDELA NÚÑEZ

La siempre espectacular Guardia Real con su escuadra de cornetas y timbales encabezando la comitiva; la marcial y vistosa Guardia Civil con sus rojos uniformes y tocados de época, los históricos escuadrones de la Policía Municipal de Madrid, en gran número, y de la Guardia Urbana de Barcelona con sus lanzas luciendo la señera de la ciudad condal formada por la cruz de san Jorge y la cuatribarrada de Aragón y Cataluña; la caballería de la Policía Nacional y la Yeguada del Hierro del Bocado con una muestra de la raza española de estirpe cartujana.

No faltó la tradición de la Yeguada Militar de Jerez con sus espectaculares cobras y sus correspondientes reatas, que hicieron levantar las sonrisas de público que se sorprendía al ver a los potros sueltos tras sus madres. La vistosidad y novedad de tres jinetes de la Guardia Nacional Republicana portuguesa y, cerrando, el Club de Enganches de Jerez con una importante participación, más de una veintena de coches: limoneras, troncos, cuartas, tresillos y medias potencia. A la calesera, a la inglesa, a la húngara…

Los enganches que cerraron el desfile.      CANDELA NÚÑEZ

En definitiva, un muestrario de lo que es el caballo en Jerez junto a la capacidad que tienen la ciudad y la Real Escuela de reunir lo más granado de la hípica española e internacional. En cierto modo se evocó aquellas paradas ecuestres que se programaban en las desaparecidas Fiestas de Otoño. Era uno de los eventos sobresalientes que comprendía un ciclo promovido por el Ayuntamiento. Con el paso de los años y sobre todo por la escasez de presupuesto, aquella parada se apagó, del mismo modo que ese ciclo festivo en el que incluso, para los que lo recuerden, convirtió durante dos años seguidos a la plaza del Arenal en un hipódromo en el que corrieron caballos.

Lo cierto es que en la denominada ‘Ciudad del Caballo’ este tipo de iniciativas acercan a la calle la cultura ecuestre jerezana y subraya esa preponderancia histórica que reivindica Jerez. Pero hay un ‘debe’ pendiente como la dejadez del Ayuntamiento en este terreno cuando hace años fue un referente nacional e internacional en la actividad hípica. Se ha pasado del todo a la nada.

Así que las instituciones ecuestres ubicadas en la ciudad, como la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, se han ocupado de retomar la espectacularidad de actos como, en este caso, una parada hípica aunque sea puntual y con motivo de su 50 aniversario. Así que hasta dentro de no se sabe cuánto tiempo se volverá a ver una exhibición de este nivel.

Escuadrón de la Guardia Civil con su uniformidad de gala.     CANDELA NÚÑEZ
Sección de caballería del Cuerpo Nacional de Policía.    CANDELA NÚÑEZ 

Salió del parque González Hontoria pasadas las ocho de la tarde yendo por Álvaro Domecq hasta alcanzar la calle Sevilla y entrar por Larga, Lancería, Arenal, Esteve, Honda y volver al Recreo de las Cadenas por Cristina, calle Sevilla, calle Cádiz y Duque de Abrantes a donde llegó antes de la hora prevista, las nueve y media. Insistir en que se corrió demasiado ¿Había prisas?

Fue una tarde de fiesta para la ciudad, cita a la que no faltaron ‘extasiados’ los no pocos visitantes que por sorpresa se encontraron con un espectáculo nada común o los que vinieron a la ciudad para contemplar un evento singular. El ambiente fue creciendo conforme la tarde caía especialmente en las calle más céntricas ocupando espacios y lugares donde colocarse e incluso sentarse a esperar y ver pasar el desfile.

Un pero, la Real Escuela anunció que tras el desfile se podría entrar en el Recreo de las Cadenas para ver de cerca a todos los que han participado en el evento. El chasco que se llevaron las numerosas personas que se acercaron fue grande ya que se les impidió el acceso y se les señalaba la taquilla para pagar una entrada para ver la doma vaquera.

Sobre el autor

Kiko Abuín

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