Tamara Jiménez (Jerez, 1982), licenciada en Ciencias Ambientales y doctora en Ingeniería Acústica, vecina de intramuros y sufridora de los "excesos de contaminación acústica" en zonas del casco antiguo como las plazas Vargas y Cocheras, se ha convertido en nueva presidenta de la asociación de vecinos del centro histórico de Jerez, después de celebrarse una asamblea extraordinaria que ha votado a favor de la única candidatura presentada. Jiménez, que ya era vicepresidenta con Alejandro González, el anterior máximo responsable de la asociación, con uno 90 asociados, reunirá la próxima semana a su nueva junta directiva para abordar las cuestiones prioritarias y las líneas estratégicas a seguir en los próximos años, si bien ya aclara que las "demandas y reivindicaciones siguen siendo las mismas".
Repoblar el centro histórico jerezano y mejorar el mantenimiento urbano, especialmente en lo que a limpieza se refiere, son dos de las cuestiones que vuelve a poner la mesa el colectivo tras renovar su presidencia. "El motivo de dar un paso al frente era una cuestión de responsabilidad porque cuando Alejandro dimite, la asociación estaba en manos de una junta gestora, sin poder de decidir y solo para mantener viva la asociación; todos conocemos la problemática del centro histórico, la dejadez sobre intramuros, y los vecinos y vecinas se merecían que la asociación siguiera muy activa", manifiesta su nueva presidenta en declaraciones a lavozdelsur.es.
Jiménez ha querido aclarar que, aunque el delegado de Urbanismo en esta nueva etapa del gobierno local del PSOE, José Antonio Díaz, "ha empezado por la puerta grande, asfaltando Esteve y Corredera sin contar con los vecinos del centro histórico, mantenemos la mano tendida y la voluntad negociadora para cuestiones como la regulación de las viviendas y apartamentos turísticos; las medidas para garantizar la conciliación entre vecinos y hosteleros, por ejemplo ahora que llegan las Zambombas; y la adopción de políticas y medidas que faciliten la rehabilitación y conservación del centro histórico".
Jiménez, en una de las calles de intramuros en Jerez. FOTO: MANU GARCÍA
"La legislatura acaba de empezar, pero teniendo en cuenta que prácticamente es el mismo equipo de gobierno, hasta ahora no se han planteado soluciones a los problemas del centro; se requería dedicación, esfuerzo y talante negociador, pero el anterior delegado de Urbanismo carecía de todo ello, así que no esperamos grandes cambios en cuanto a talante", confiesa, aunque matiza: "Eso sí, siempre estaremos abiertos y tendremos la mano tendida".
Tamara Jiménez, que concurrió como candidata en la pasada lista de Ganemos en las municipales, recalca que mantendrá las garras de los intereses partidistas lejos de la asociación. "La ideología política es muy personal y está desvinculada del funcionamiento de la asociación, que está totalmente despolitizada. Ante todo soy vecina de intramuros", recalca, ante los previsibles ataques y reproches a una asociación que siempre ha ido cargando con el sambenito de estar manejada por intereses ajenos a los de los vecinos de una zona de la ciudad en la que, según el último diagnóstico municipal, viven más gatos que personas.
Ante todo, la nueva presidenta de la asociación vecinal, que aún no tiene claro cuándo convocará su marcha anual por la recuperación de intramuros —este año se celebró en febrero al posponerse la de noviembre pasado—, es una sufrida vecina del abandono del centro y de los incumplimientos de las ordenanzas municipales. "Vivo en intramuros, mi casa colinda desde la cocina hasta el dormitorio con una bodega de celebraciones con la que constantemente tenemos problemas; no hay regulación, no tienen licencia, no tienen controles. No es un problema permanente de todos los fines de semana, pero ahora por ejemplo en las fiestas los vamos a tener porque este local tiene licencia de restaurante, pero pone música con equipo a todo trapo".
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