El Otoño Flamenco de la Peña Buena Gente de Jerez ofrecerá en 2025 un recorrido por la historia viva del cante, con tres citas repartidas entre los meses septiembre y octubre.
Una edición más, la entidad flamenca del barrio de San Mateo conjugará veteranía, madurez creativa y jondura bajo un mismo lenguaje: el flamenco, sin conservantes ni colorantes, pero mucho compás con denominación de origen.
Sanlúcar, Algeciras y Jerez serán los territorios jondos que expongan sus cartas credenciales durante los próximos fines de semana en la sede de la entidad en la plaza Basurto y que tendrán como embajadores de lo jondo a María Vargas, Perico 'El Pañero' y Ezequiel Benítez.
María Vargas, historia viva del cante
La primera de las citas tendrá lugar el 27 de septiembre a las diez de la noche, con la actuación de la cantaora sanluqueña María Vargas, considerada una de las grandes leyendas vivas del cante flamenco. Acompañada por la guitarra del jerezano Miguel Salado, uno de los tocaores más reconocidos de la escena actual, promete ser una noche para el recuerdo.
Nacida en Sanlúcar de Barrameda en 1947, María Vargas Fernández irrumpió en el panorama flamenco siendo una niña prodigio. A los nueve años ya sorprendía con sus saetas, y a los doce debutaba en el Teatro Villamarta de Jerez. Su carrera la llevó a grabar más de veinte discos y a colaborar con guitarristas como Manolo Sanlúcar y Paco de Lucía, dejando registros de referencia como Cante Flamenco (1967), Reina del Cante Gitano (1970) o María Vargas y la guitarra de Paco de Lucía (1973).
Galardonada con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y reconocida como Leyenda del Flamenco, María es símbolo de la fuerza expresiva del cante más ortodoxo.
A su lado estará Miguel Salado, guitarrista nacido en Jerez en 1981, discípulo de maestros como Manuel Lozano El Carbonero y José Luis Balao. Su toque ha acompañado a figuras como La Macanita, Jesús Méndez, Estrella Morente, Arcángel, Aurora Vargas o, en su última época, Pansequito.
Perico “El Pañero”, eco flamenco de Algeciras
La segunda cita del ciclo será el 4 de octubre, también a las diez de la noche, con la actuación de Perico 'El Pañero', que contará con el acompañamiento a la guitarra de Juan Benjumea.
Nacido en Algeciras en 1974, Pedro Lérida López, conocido como Perico 'El Pañero', es heredero de una tradición familiar marcada por el cante. De voz clara, profunda y un eco especializado en estilos como la siguiriya, la soleá y la bulería. Discípulo espiritual de referentes como Manuel Torre o Antonio Mairena, es hoy uno de los cantaores más respetados por quienes buscan la ortodoxia y la jondura en el cante flamenco de raíz.
Aunque no ha cultivado una discografía extensa, su cante en directo se ha convertido en un reclamo imprescindible en festivales y peñas. En Jerez estará acompañado por Juan Benjumea, guitarrista que ha destacado por su compás seguro y su capacidad para dialogar con voces profundas.
Ezequiel Benítez, creatividad y raíz
La clausura del ciclo llegará el 25 de octubre a las diez de la noche, con la actuación de Ezequiel Benítez, una de las voces más personales de la nueva generación jerezana. En esta ocasión, lo acompañará el guitarrista Paco León.
Nacido en Jerez en 1979, hijo del investigador Alfredo Benítez, Ezequiel se ha forjado un camino propio, combinando tradición con un sello personal. Desde su debut adolescente ha cosechado premios como el Yunque Flamenco de Cataluña o el reconocimiento de la Peña El Taranto de Almería.
Su discografía lo sitúa entre los artistas más innovadores del cante: Sobrellevé (2008), Quimeras del Tiempo (2015), Recuer2 (2018), Ilus3 (2020) y Dukkha (2022), un álbum íntimo dedicado a su padre que ha sido alabado por crítica y público. Su cante, cargado de emoción y letras propias, refleja la vitalidad del flamenco contemporáneo.
A su lado estará Paco León, guitarrista jerezano que se ha convertido en uno de los acompañantes más solicitados por su capacidad para fusionar técnica, sensibilidad y compás. Ha colaborado con artistas de distintas generaciones y es considerado uno de los valores más sólidos del toque actual.