La asociación vecinal de Palos Blancos recuerda que Urbanismo, en 2010, certificó que los jardines están en suelo público y deberían ser de libre acceso.
En una ciudad en el que la mayoría de sus parques dan pena, que haya uno con más césped que matojos y que además no esté repleto de basura y cacas de perro es casi un milagro. Pocos barrios en Jerez pueden presumir de uno que reúna las condiciones de bien cuidado y limpio, cuando además y precisamente los que deberían ser los grandes pulmones de Jerez, Hontoria, Escénico y Torrox, hace tiempo que se convirtieron prácticamente en eriales.
En la zona de Jacaranda, en el distrito Norte, se da una circunstancia anómala desde hace años. Un parque bien cuidado, con un césped cortado a su altura justa, sin basura y con una zona de juegos infantil que, sin embargo, apenas se disfruta. O no tanto como debiera, denuncian algunos colectivos. La historia viene de lejos, cuando se construyó la urbanización 'Jardines de Jacaranda'. La promotora, entre las distintas comodidades que reflejaba en su proyecto, situaba un parque que se vendía como privado, por lo que estaría vallado, lindando con la avenida del Altillo y la calle Concepción Arenal.
En efecto se construyó la urbanización y se creó el parque, vallado. Sin embargo, colectivos como la asociación de vecinos de Palos Blancos dudaban ya desde 2008 de que ese espacio no pudiera ser para disfrute de todo el entorno y pidieron explicaciones a Urbanismo, que certificaba que dicha zona verde se encuentra en suelo público y, por lo tanto, tendría que abrirse al público. Desde el colectivo vecinal, sin embargo, critican que desde la macro comunidad de propietarios de la urbanización –que aglutina a su vez a cuatro comunidades- no se ponía interés en abrir el parque. Era 2010 y ante esto, Palos Blancos, con su por entonces presidente a la cabeza, Jesús Palomo, acudía al Defensor de la Ciudadanía -figura hoy todavía desaparecida y que en aquella época recaía sobre Francisco Reinoso- que a su vez remitía el asunto al Defensor del Pueblo Andaluz, que daba la razón a la asociación de Palos Blancos.“La constructora, en un convenio con el Ayuntamiento, en una de las cláusulas aceptaba que el parque debía estar abierto de 7:30 a 22 horas, pero desde la comunidad de propietarios nos dijeron que era peligroso abrir la puerta principal que da a la avenida del Altillo por el gran tráfico que acumula, así que proponía que se accediera desde una calle privada que da a la calle Clara Campoamor”, recuerda Jesús Palomo. Sin embargo, pronto afirman “sentirse engañados” por los propietarios ya que esa entrada lateral no permanecía abierta, "había que llamar a los vecinos al telefonillo", pero una vez pasado ese trámite hay que cruzar por un “laberinto” de calles privadas y puertas para acceder al parque.
Seis años después de aquello, la puerta principal del parque sigue clausurada, aunque la lateral de Clara Campoamor está abierta al público si bien a simple vista permanece cerrada. Sin embargo, ningún ciudadano que no conozca el entorno se imaginaría que por allí se accede al parque, toda vez que no hay un solo cartel que lo indique. Lo mismo pasa una vez dentro de la urbanización. Se hace obligatorio preguntar a los vecinos cómo llegar a los jardines ya que tampoco hay ninguna indicación, y además se hace cruzando una puerta que parece de acceso a una vivienda.
Paradójicamente, esta situación hace tiempo que también empieza a no contentar a buena parte de los vecinos de la urbanización, que son los que pagan el mantenimiento del parque, del que se encarga una empresa privada. Entienden que si el suelo es público y que puede ser disfrutado por cualquier jerezano, el Ayuntamiento debería de hacerse cargo de su mantenimiento. Faltaría por saber si estarían también dispuestos a que se abrieran las puertas principales del parque, y de esta manera, dejar bien claro que está abierto a todo el mundo, algo que este medio ha querido conocer a través de un portavoz de la presidencia de la comunidad, si bien prefiere no hacer declaraciones al respecto.