A primeros de julio abrió sus puertas en la emblemática Plaza del Caballo de Jerez la hamburguesería Nüvo, un proyecto gastronómico impulsado por los empresarios jerezanos Antonio Cid, José Antonio Camacho y Emilio Jiménez. El local ocupa el espacio que durante años albergó al restaurante El Caballo, y desde el primer día ha generado gran expectación entre los amantes de las hamburguesas.
Fernando Jiménez, responsable de crear la carta de Nüvo y con experiencia en restaurantes de Barcelona, ha diseñado un menú que apuesta por sabores equilibrados y calidad sin excesos de grasa. "Lo que quería era hacer hamburguesas ricas e interesantes, pero que no fuesen de guarronearse las manos", explica Fernando. “Que tengan sabor, un poquito de grasa que le da personalidad, pero sin ser excesivamente grasientas”.


Entre las especialidades destaca la Dirty Cheese Bacon, con una salsa de queso cremosa acompañada de bacon, y la hamburguesa vegetariana Nüveggi, que ofrece un sabor con influencias tailandesas gracias a una salsa de cacahuete y una textura similar a la carne de ternera. El cocinero también incluye la Pollüa como otra de sus creaciones preferidas. Es una versión del pollo frito macerado a conciencia, frito al punto y acompañado de coleslaw casero y encurtidos.
La carne, traída de Valencia, es otro pilar fundamental para Nüvo. Se trata de una carne con un grado de maduración específico que aporta jugosidad y sabor auténtico, "no una carne magra magra, sino con un poquito de grasa que le da su personalidad", detalla Fernando.


En los entrantes cobra un gran protagonismo la tortilla, tanto la clásica (2° Premio en la II Edición The Best Tortilla) como la gourmet, que cuenta con carrillada y velo de tocino. Los nachos de relío, boniato fries o los Sticky Fingers son otras opciones para ir abriendo boca.
La terraza, uno de los elementos más solicitados
Por su parte, Emilio Jiménez, uno de los socios, destaca cómo la terraza y el porche del local están siendo claves en el éxito inicial: “La gente valora mucho la terraza. Abrimos desde las 20.00, y se suele venir a tomar algo y a cenar en un ambiente agradable”. También ha sorprendido la demanda de pedidos para llevar, una modalidad que no estaba inicialmente contemplada, pero que desde el primer día han empezado a ofrecer con envases adecuados.

El local cuida cada detalle, desde la carta hasta la ambientación, con un homenaje a la ciudad reflejado en un mural de graffiti en el interior y una terraza que permite disfrutar del atardecer desde la Plaza del Caballo. "La guinda del pastel son las redes sociales, que nos permiten mantener un contacto cercano con la gente y proyectar el ambiente que queremos. Pero lo importante es la calidad del producto y el buen servicio".





