Algo más de 18 años después de que Pedro Pacheco pronunciase en la jornada electoral de 2007 el mítico "siempre, siempre, siempre, m'encanta Jerez", esta frase que se ha convertido en uno de los emblemas lingüísticos y hasta comerciales de la ciudad ha cogido el Talgo que antaño iba de Jerez a Barcelona por la noche, para "negociar su fichaje" por una empresa textil catalana.
Al menos eso parece indicar el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial, que recoge en la página número 65 del diario de 14 de noviembre la solicitud para registrar como marca distintiva la frase pronunciada por quien fuese alcalde de Jerez entre 1979 y 2003.
Según se informa la publicación oficial, la solicitud se ha registrado por parte de Alberto Ubaldo Navas García — con un porcentaje de participación del 100% de la petición—, con el objetivo de poder fabricar y comercializar prendas de vestir, calzado y artículos de sombrerería.
Aun cuando todavía no es oficial el registro — faltan aún algunos trámites para que se cierre la solicitud realizada el pasado mes de julio—, la descripción del distintivo recoge como marca figurativa dos grupos de elementos: uno representando una bota tradicional de vino de Jerez firmada y, un segundo, en el que la frase ¡Me encanta Jerez! constituye la inscripción de la firma de la bota de vino.
Algo más que una frase: un emblema de Jerez
Guste más o menos, lo cierto y fijo es que la frase pronunciada por Pacheco en 2007 se ha convertido en un emblema de la ciudad y ha pasado a la historia como uno de los eslóganes más pronunciados. E incluso no son pocos los que han hecho uso de ella para distintos fines, a lo largo de todos estos años.
Tal y como recogíamos en lavozdelsur.es, el año pasado nuestro compañero Rubén Guerrero firmaba un artículo donde, bajo el titular 17 años de ¡Me encanta Jeré!, la frase pronunciada por Pacheco actualmente se encuentra impresa en camisetas, catavinos y hasta en rótulos distintivos de apartamentos turísticos.
Y como podrán comprobar, han sido muchos y muy diferentes los usos lingüísticos y comerciales que ha tenido la frase que pronunció el candidato del PSA en las elecciones de aquel año y que ha dado lugar a una expresión que está muy presente en una ciudad que aspira a 2031 a ser Capital Europea de la Cultura, aunque el merchandising con esta frase — si lo estiman oportuno—, lo mismo tienen que acabar comprándolo en Barcelona.
