María del Mar Moreno, bailaora y maestra: "Cuando doy clases es como si bailara en el Villamarta"

La artista jerezana convierte el antiguo estudio de baile flamenco de Antonio ‘El Pipa’ en "un espacio de formación, residencias y nuevas propuestas culturales"

María del Mar Moreno, tras la entrevista concedida a lavozdelsur.es en su estudio de la calle Ponce en Jerez.
María del Mar Moreno, tras la entrevista concedida a lavozdelsur.es en su estudio de la calle Ponce en Jerez. MANU GARCÍA
31 de agosto de 2025 a las 21:39h

La filóloga del baile flamenco jerezano

María del Mar Moreno Benítez (Jerez, 1973) es una de las grandes referencias del baile flamenco jerezano. Bailaora, coreógrafa y maestra, ha sabido unir la fuerza del escenario con la pasión por la enseñanza, convirtiéndose en una de las figuras más influyentes de su generación.

Desde niña mostró una sensibilidad especial hacia el baile. Con apenas diez años comenzó su formación junto a Angelita Gómez, maestra que marcó su carácter artístico. Primero como alumna y más tarde como heredera de su legado docente, la academia de la calle Por Vera fue su casa durante más de cuatro décadas.

Su estilo, sobrio y elegante, se distingue por el dominio absoluto del compás y un baile profundo y femenino. En paralelo a su carrera artística, ha desarrollado una labor docente fundamental al frente de su propia academia en Jerez.

Durante más de dos décadas ha formado a centenares de alumnos, desde jóvenes locales hasta estudiantes internacionales atraídos por la fuerza del baile jerezano y la calidad de su enseñanza. Su pedagogía defiende que el flamenco no es solo técnica, sino también vivencia y transmisión. En sus clases enseña a sentir el compás, a entender el cante y a respetar la raíz de un arte que se vive como patrimonio.

Además, ha creado espectáculos propios donde reivindica el papel de la mujer y el valor del baile tradicional desde una mirada contemporánea. Con ello ha consolidado una voz propia en el panorama flamenco actual, siempre fiel a su tierra y abierta a nuevas formas de expresión.

Con más de treinta años de trayectoria, María del Mar es hoy una embajadora cultural de Jerez, respetada en el escenario y en las aulas. Trasladando ahora su academia de la calle Por Vera a la calle Ponce, afronta una nueva etapa en la que se muestra no solo como artista consolidada, sino como mujer que ha hecho del flamenco su vida, su refugio y su manera de estar en el mundo.

MARIA DEL MAR MORENO 05
María del Mar Moreno, posando para lavozdelsur.es tras la entrevista concedida en sus nuevas instalaciones de la calle Ponce.   MANU GARCÍA
¿Qué te motiva a saltar al precipicio y trasladarte de la Por Vera a la calle Ponce?

Básicamente, el cambio ha sido porque había que hacerle un arreglo potente a la sede de la Por Vera. Y eso hay que añadir que la academia estaba en una segunda planta, no tenía ascensor, con un suelo en el que hemos pasado horas y horas taconeando y el techo además también estaba antiguo. Y, claro, entre una cosa y otra, por muchos años que yo me quede, el arreglo era importante.

¿Cuántas lágrimas te ha costado el cambio?

No te voy a negar que me ha costado hacer este cambio. Mucho, además. Allí hemos estado 24 años como compañía y empresa de enseñanza y, como alumna con Angelita Gómez, llevo allí desde el año 83. Así que imagínate lo que supone ese lugar para mí.

"Todavía guardo el carnecito que daba Angelita a sus alumnas"

De 1983 hasta hoy son más de 40 años de recuerdos, historias, vivencias y anécdotas.

Todavía guardo el carnecito que daba Angelita al principio. Es más, como alumna recuerdo que estuvimos un año en la calle Doña Blanca y ya después en la Porvera. Te puedo decir que, durante estos 41 años, he pasado más tiempo en la academia de la Porvera que en mi propia casa. Aquello era mi templo.

¿Qué ha supuesto para María del Mar Moreno, como artista y profesora de baile flamenco, hacer este cambio?

Pues la posibilidad de poder dar otros servicios. Por ejemplo, no es lo mismo estar a pie de calle, sobre todo cuando vienen personas que tienen algún tipo de discapacidad. Aquí tengo una rampa para que puedan acceder. Si es necesario, la puerta se abre en dos, tenemos puerta de emergencia, el suelo está más acondicionado, en fin, son muchas cosas. Y más que tienen que llegar porque estamos ahora mismo haciendo reformas, mejorando la insonorización… ya me entiendes.

MARIA DEL MAR MORENO 09
Moreno, posando para este periódico.   MANU GARCÍA
Entiendes que los más nostálgicos echemos de menos la banda sonora de la Porvera.

Todo el mundo me lo dice y sé que esa tristeza está. Además, yo paso por allí y también lo echo de menos. Escuchar a las maestras, a los niños, a los mayores… De hecho, todavía sigo parando a tomar café o desayunar en el bar de abajo y me lo suelen decir algunos clientes.

Pero algún día teníamos que afrontar este cambio y ha llegado el momento. Ahora, cuando abro las ventanas — aunque esto no suena tanto porque está insonorizado— los que se paran para ver qué hacemos son quienes van y vienen a la Escuela de Idiomas o entran y salen del barrio de Santiago.

"Algún día teníamos que afrontar este cambio y ha llegado el momento"

Aunque seas una apasionada del rojo, lo que sí se mantiene es la esencia de esta nueva sede, que ha sido durante mucho tiempo el estudio de baile de Antonio 'El Pipa'.

El rojo me da mucha fuerza, pero Antonio El Pipa lo tenía así, me ha gustado y lo he mantenido. Es muy elegante y va muy bien con los tonos madera que también tiene el espacio. Pero ya te digo, sobre todo, la inversión merece la pena y, aunque yo soy muy fiel a mis proyectos, también te digo que soy de culo inquieto y lo único que me ata a Jerez es la familia.

Es más, en su día tuve la oportunidad de comprar el local de la Por Vera y no lo hice, al igual que este tampoco lo he comprado porque nunca sabes cómo van a ir los negocios y no puedes hipotecarte la vida porque, en el fondo, yo soy muy fiel a mis sentimientos y mañana puedo cambiar el chip.

¿Y el chip de María del Mar Moreno dónde está ahora?

Pues creo que, como Heráclito, en un cambio constante. Todo lo hecho, hecho está. Tengo el presente aquí conmigo. Ahora. En la calle Ponce. Con mucha ilusión. Ha sido un año muy bueno, con gente estupenda. Ha habido cosas interesantes. Aunque no llegamos ni al año aún. Solo nueve meses.

Necesito un sitio que tenga algo que yo me sienta que soy capaz de crear porque la creación para mí es fundamental. Por ejemplo, he creado aquí Amor y Gloria y ha sido muy bonito. La creación de Sonidos Negros fue en el estudio de La Zaranda, nada más que entré allí dije: "esto va a ser un pelotazo". La Porvera me dio espectáculos como Jerez Puro o Mujeres de cal y cante.

MARIA DEL MAR MORENO 11
María del Mar Moreno confiesa que dando clases se siente como "cuando bailo en el Teatro Villamarta".  MANU GARCÍA
Necesitas que los sitios te transmitan buenas vibras.

Aquí hay una energía muy bonita. Buenas vibras como dices. Digamos que más que escuela, ahora mismo me identifico más como un centro de creación artística, un centro de transmisión, de creación, de creatividad.

Durante estos años he seguido el legado de mi maestra Angelita Gómez como escuela de flamenco, pero ahora lo más importante para mí es la transmisión. Voy a contar con Antonio 'El Pipa' como maestro invitado de cursos y masterclass, con Fernando Galán a nivel de técnica y de trabajo de cuerpo. Tengo un equipo buenísimo con Antonio Malena y mi hermano Santi, que son mi brújula del cante y la guitarra.

Te definía antes como un culo inquieto y en algunos de tus espectáculos el teatro forma parte importante de su discurso dancístico. ¿Aquí solo se va a bailar flamenco?

Quiero meter talleres de teatro y de danza — tengo una colaboración maravillosa con María Espejo y Belén Fernández—, ofrecerlo a artistas que quieran hacer algún tipo de residencia, incluso vamos a conceder becas a los alumnos que se lo han currado para que vayan a cursos del Festival de Jerez u otros cursos de verano.

"Cuando me pongo a impartir cursos procuro transmitir el conocimiento y los cantes como si estuviera creando un espectáculo"

Esto es toda una declaración de intenciones…

Queremos ayudar a personas que lo necesiten porque lo que quiero es que la gente viva que está en algo más que en una escuela de baile flamenco como tal. Sobre todo, los jóvenes. Quiero que vivan la experiencia de un centro de creación. Cada día que pasa me doy más cuenta de que soy más bailaora, creadora, soñadora y transmisora que profesora.

Cuando doy clases es como si estuviera bailando en el Villamarta. Y por eso creo que este lugar atrapa a la gente. Cuando me pongo a impartir cursos, no estoy impartiendo un curso solamente, sino que procuro transmitir el conocimiento, los cantes… como si estuviera creando un espectáculo.

MARIA DEL MAR MORENO 02
María del Mar Moreno atendiendo a lavozdelsur.es en su despacho de la academia de baile flamenco.  MANU GARCÍA
¿Qué es lo que más te demanda el alumnado? No hablo solo de Jerez, sino también de los centros en los que colaboras de París, Milán, Malta, Madrid, Santander…

La formación básica debemos tenerla. Es obvio. Y, por supuesto, la tenemos. Hay alumnos que nos demandan lo más conocido y popular, porque les gusta disfrutar y, faltaría más, que no lo encontraran aquí. Pero sí que es cierto que en el extranjero trabajamos en ciudades que tienen mucho conocimiento de otras danzas y que son epicentros culturales, que demandan otro tipo de formación.

Y aquí en España, en algunos sitios nos pasa algo similar. En Extremadura, por ejemplo, hay una escuela donde trabajamos que está superpreparada técnicamente, tanto en clásico español como en danza bolera y, con ellos, trabajamos en muchas ocasiones la diferenciación estilística de los palos flamencos. Porque no es lo mismo una bulería de Jerez, que una de Lebrija, que una de Utrera.

"Desde niña me pasaba las horas, bailando, ensayando y escuchando, como en un bucle"

Cada una tiene su cosa, su sello y sus acentos, aunque compartan palo flamenco.

Eso es algo que nosotros lo vemos muy normal, por el desarrollo de compás que hemos aprendido desde niños. Pero hay muchos profesionales que se aprenden las coreografías de memoria y con esas coreografías tiran todo el año para sus alumnos o para sus espectáculos. Y luego tú les dices voy a hacer esta soleá y tienes estos pasos y estos recursos y la cosa se complica. Ahí es donde entramos nosotros, para que aprovechen el conocimiento técnico del movimiento del cuerpo a nivel flamenco.

MARIA DEL MAR MORENO 08
Detalle de la mano de María del Mar Moreno sujetando los volantes de una bata de cola.  MANU GARCÍA
¿A María del Mar Moreno qué la llevo al flamenco? ¿Cuándo dijiste yo quiero ser bailaora?

Yo tendría 6 o 7 años, era muy chica, me llevó mi padre a la Fiesta de la Bulería y vi un cuadro mítico: Tía Juana, La Chicharrona, La Piriñaca, todas impresionantes. Me acuerdo de que las vi bailar y cantar y fue cuando dije que yo quería ser bailaora. Aquello me impactó.

Cualquier otra persona te dice que ha visto a Manuela Carrasco, al Güito o a Matilde (Coral), pero yo tengo ese recuerdo: esas gitanas bailando, con ese carácter ahí arriba en el escenario.

Ese carácter del que me hablas ¿en qué estado de salud se encuentra?

Yo lo intento mantener, aunque soy consciente de que sí que se puede ir diluyendo, por mor de la estandarización en los centros de enseñanza y las academias. Antes había un componente innato de incertidumbre, porque muchas veces te echaban a los leones en una fiesta o un escenario y de ahí tenías que salir bailando. Y soy de las que piensa que tiene que ser así, pero con una disciplina.

MARIA DEL MAR MORENO 07
María del Mar Moreno, durante la sesión de fotos tras la entrevista concedida a lavozdelsur.es.  MANU GARCÍA
Define disciplina porque, muchas veces, parece que la metodología va en contra de la artesanía artística.

El baile flamenco, como todo, tiene mucho de disciplina. En el sentido de que se tiene que trabajar muchísimo, tener claras cuáles son sus claves y dedicarle muchas horas. Pero también hay que ser buscavidas, tener intuición, ganas y pasión.

En esas bailaoras de antes, también se podría añadir que el hambre y la necesidad también agudizaban el ingenio.

Efectivamente. Ahora es todo como que no tengo que ir a ningún lado, está todo hecho, pero no está todo hecho. Yo lo tenía muy claro desde niña. Me pasaba las horas, bailando, ensayando, escuchando, bailando, ensayando, escuchando, como en un bucle, al igual que cualquiera de mis compañeros.

"El público siempre lleva la razón, pero también se le educa"

Mal que nos pese, el flamenco sigue siendo todavía un arte musical con un público lleno clichés y leyendas de dudosa credibilidad.

El flamenco y la vida en general. Desde niña siempre he dicho que el público siempre lleva la razón, pero no dejo de reconocer que también se le educa. Lo que ya es más difícil es de controlar son los bandazos de programadores, productores, instituciones, ayuntamientos y demás, que primero apoyan una cosa y acto seguido la contraria, sin equilibrio ninguno. Ahora somos todos clásicos (o puros) y, de repente, todos vanguardistas o contemporáneos, sin darse cuenta de que entre una cosa y la otra caben muchas variantes.

Yo veo bien que haya festivales que tengan una marcada línea de programación. Eso es magnífico. Pero lo que no puede ser es el bandazo, según los gustos y apetencias personales. Sobre todo, si la inversión es pública.

Acabas de abrir un melón complicado porque, hoy en día, en Andalucía, el principal programador de contenidos flamencos es la propia administración pública.

Por eso mismo, la Administración Pública debe atender a un interés social, por encima de otras cosas, porque su misión y su deber es fomentar la cultura y no ser competencia de las propuestas privadas, que con su dinero pueden hacer lo que quieran porque son ellas las que corren con todos los riesgos de que salga bien o no salga tan bien.

Puedo entender que un promotor privado, con su empresa, haga lo que quiera. Es su dinero y es su riesgo. Pero cuando el presupuesto sale de "lo que todo el mundo pagamos con nuestros impuestos", tiene que ser de otra forma y debe haber para todo el mundo. Más o menos. Pero para todo el mundo.

MARIA DEL MAR MORENO 01
María del Mar Moreno atendiendo a lavozdelsur.es en su despacho de la calle Ponce.  MANU GARCÍA
Para muestra un botón, que puede ser tu academia de enseñanza. Que la has cambiado de sede y es el motivo de esta entrevista.

Además de verdad, pero por acabar con este tema, que yo sea una escuela privada no significa que no piense que hace falta una escuela municipal de baile, donde las personas con menos recursos tengan espacio. Pero tiene que ser algo social, no que sea competencia directa. Es más, lo público debe estar para que, culturalmente, se pueda acceder a cosas que de otra forma no podrían obtenerse o no encuentren espacio de expresión.

A mí me hace muy feliz llevar flamenco de Jerez más allá de sus fronteras, pero hay una parte que no he podido desarrollar, que me encanta y me apasiona, que es la investigación y escribir sobre la escuela jerezana del baile flamenco, con la ayuda de los grandes que hay aquí, pero desde mi experiencia y análisis.

"Ana Parrilla marcó muchísimo, tanto como bailaora como persona"

¿Cuántas páginas de ese libro estarían dedicadas a tú maestra Angelita Gómez o a una de tus musas como es Ana Parrilla?

Muchas. Muchísimas. De mi maestra, fíjate. Y de Ana Parrilla igual. Ella me marcó muchísimo, tanto como bailaora como persona. Tuve momentos con ella muy buenos y siempre me trató con mucha dulzura. Desde pequeña su hermano Manuel contó conmigo, igual que Manuel Morao, y aún recuerdo conversaciones con él o con Sordera, que era un artista que compartía sus conocimientos con todo aquel que le preguntara.

Y, te puedo decir una cosa, eran personas con una mente más abierta de lo que algunos piensan. La gente joven de hoy no es más abierta que la de antes. Yo lo que he recibido de estas personas es cariño y también exigencia. Mucha. Porque de otra manera no se crece o se aprende.

MARIA DEL MAR MORENO 04
María del Mar Moreno con una bata de cola negra en su estudio de baile en la calle Ponce.  MANU GARCÍA
¿Cuánta de esa exigencia venía generada por la necesidad? Si hay un argumento recurrente de antaño ese es la falta de recursos y todo se hacía en pro de una estabilidad familiar.

Está claro que antes había una necesidad real, pero también había una cierta rebelión, que conste. Yo he llegado a ver a compañeros que lo han pasado mal, que no han tenido recursos y han dicho "sobrina, ahí no vamos", por dignidad.

De todos modos, no te estoy hablando que cualquier tiempo pasado sea mejor, pero sí hay algo que yo valoro muchísimo, que era la dignidad y la autenticidad. Es más, yo no concibo mi forma de ver el flamenco hoy en día sin haberme relacionado con toda la gente de Jerez, todos los gitanos de Jerez.

¿Cuánto darías por bailarle a El Torta o Manuel Moneo otra vez como en Aquella forma de vivir?

Me lo dices y me emociono. Tendría 14 o 15 años y recuerdo que estaba bailando con Antonio El Pipa un polo y una caña, que hacía Manuel Morao en ese espectáculo con el cante de El Torta y acabamos los dos llorando como niños chicos. Y también recuerdo con mucho cariño a Diego Rubichi y esa seguiriya que hacía única.

"Volvería, con los ojos cerrados, a Esa forma de vivir de Manuel Morao"

Ese espectáculo era una pelea de gallos en toda regla cada vez que se subía el telón.

Y tanto. Pero eran peleas muy bonitas. Y cultivaban mucho. Era un duelo de titanes. Había sus rencillas y sus duelos. Claro. Pero todos sabían lo que tenían entre manos. Y en el escenario iban todos a una. Lo que me da pena ahora son esos duelos de titanes, que los hay, pero no tienen ese fondo.

¿Y hoy en día estaría el público preparado para ver esos duelos de antaño?

Creo que sí. Es más, creo que se necesita. Lo que pasa es que no se dan porque hay muy pocos espacios. Afortunadamente, queda mucha gente que cree en ellos, como Círculo Flamenco de Madrid o muchas peñas que hacen una labor muy buena, que todavía puedes ver un recital o algún tablao que tiene un marchamo de calidad importante. Cuando tú ves algo auténtico, eso a ti te ayuda a conformarte psicológicamente.

Te lo digo porque andamos en una sociedad de consumo rápido y del click.

Antes ibas a un teatro, triunfabas tanto de público como de crítica y eso te generaba un recorrido. Nosotros sabíamos que si tú triunfabas tenías un montón de espectáculos. Hoy en día no es así. Hoy en día lo que te genera un triunfo son muchos seguidores, alumnos y gente que te contrata. Esto ya es otra cosa.

De todos modos, cada uno ofrece lo que es y no hay que tener mayor pretensión ni tener miedo porque, cuando te posicionas, sí que es verdad que tienes que saber un poco los recursos necesarios. En el flamenco que pasa como con todo en el arte. Si es bueno, siempre te gusta.

Y hablando de la atemporalidad de lo bueno ¿Qué te sigue ilusionando igual que aquella primera vez?

Pues te puedo decir que soy una fanática de Manuela Vargas. También me ha influido mucho Mario Maya. Pero volvería, con los ojos cerrados, a Esa forma de vivir de Manuel Morao. ¡Ojalá pudiéramos ponerla en pie con los artistas de hoy!

"El formato pequeño está de moda porque las circunstancias mandan"

Tú has sacado el tema del relevo generacional con lo que acabas de decir. ¿Cómo ves el panorama de quienes vienen empujando?

Ahora mismo hay mucha gente joven. Potente. Pero como compañía de creación de espectáculos estamos un tanto vacíos. Tenemos muy buenos bailaores, pero no tienen el concepto de compañía tan desarrollado como antes. Mas que nada también porque es difícil.

No quiero nombrarte a ninguno para uno dejar a nadie fuera, pero cumplir 25 años como escuela, empresa y demás es bastante complicado. De nuestra generación hacia adelante — El Pipa, Andrés Peña o Joaquín Grilo— quien mantiene esa estela es Mercedes Ruiz.

Por otro lado, tengo que reconocer que cuando nos lanzamos a principios de los 2000 a hacer nuestras propias compañías, es cierto que había cierta abundancia que ayudaba bastante a que se pudieran mantener. Cosa que hoy es bastante difícil porque se encuentran con que la dificultad de creación de compañías es muy grande.

Y porque también hay una tendencia al minimalismo.

Eso también. Y es igual que lo que antes me preguntabas: la necesidad. Te puedo asegurar que a todo artista le encanta ir bien acompañado y ver abundancia en el escenario. No conozco a nadie que no le guste tener eso. Y el formato pequeño está de moda porque las circunstancias mandan y las necesidades obligan.

MARIA DEL MAR MORENO 01
María del Mar Moreno confiesa que "volvería con los ojos cerrados" al espectáculo Esa forma de vivir que realizó Manuel Morao.  MANU GARCÍA
Muchos gestores culturales repiten de forma recurrente que el flamenco es un arte caro. ¿Cuál crees que es la base del problema?

El flamenco no es barato, aunque ahora sí que se está abaratando. Es más, está más barato que nunca. Actualmente, los que ganan mucho dinero con el flamenco es porque son productos comerciales que la gente los compra. Porque el flamenco actualmente, para los que hacemos flamenco, está más barato que nunca. Por eso el pequeño formato.

¿Hay artes más baratas que el flamenco? Pues sí, por ejemplo, el teatro. Tengo grandes amigos de teatro que me dicen: "tú te quejas, pero imagínate nosotros". Luego ves lo que se mueve en la ópera o la música clásica y mira lo que hay. Si hablamos de solistas, ni te cuento. Lo que tengo claro es que nadie sabe lo que hay detrás de una hora de trabajo en el escenario. Y si ya hablamos de una hora curso de flamenco es para hacer otra entrevista.

O seguir con esta, porque antes hablamos de lo público y lo privado, pero en este caso nos olvidamos de la fase intermedia, como los centros de enseñanza privados en espacios públicos, como las asociaciones de vecinos y demás.

Y que te dejan un salón tres horas a la semana, con profesores sin dar de alta y los alumnos, reciben una formación de aquella manera en muchos casos. Haz la cuenta. Si tienes quince alumnos, que te dejan un dinero todos los meses y no tienes gastos. Las cuentas son otras que sí tienes que soportar los costes legalmente establecidos.

De todos modos, ya sabes que me gusta la filosofía y yo no quiero ser, como decía Jean-Paul Sartre, como "los soñadores o los visionarios que confunden la decepción con la verdad" porque voy a seguir creyendo que hay una verdad. Lo que pasa es que a veces la decepción deja mellas, aunque esas mellas son más pequeñas si te rodeas de personas que aportan porque yo creo mucho en el poder curativo que tiene el flamenco.

María del Mar Moreno bailando por zambra a Joselete Zarzana en la plaza de la Asunción de Jerez.
¿El flamenco como herramienta de sanación o de curación?

Una de las herramientas más hermosas que puede tener Jerez para curar esto es la cultura. Y no le prestamos atención. Y dentro de la cultura y de ese patrimonio, una de las manifestaciones más grandes que tiene Jerez es el flamenco. Jerez es una mina de artistas y de talentos en todos los campos.

Hay una generación de artistas intelectuales, periodistas, creativos, de todas las artes que, igual que la generación del 27 que ya le gustaba el flamenco y otras tantas generaciones que apoyan al flamenco como un patrimonio cultural.

Sobre el autor

David Montes

David Montes

Ver biografía

Lo más leído