Marcial García Rojo, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Jerez, ha sido reconocido con el Premio Nacional Francisco Tello a la trayectoria profesional que otorga la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP). El galardón, entregado en el marco del XXXII Congreso Nacional celebrado en San Sebastián, distingue su liderazgo en gestión, calidad y transformación digital.
“Lo primero que sentí fue sorpresa. En una especialidad tan científica, uno espera que estos premios recaigan en investigadores de biología molecular o enfermedades concretas. Que se reconozca a alguien que ha apostado por la automatización y la tecnología ha sido una verdadera alegría”, asegura García Rojo.
El presidente de la SEAP, Santiago Ramón y Cajal Agüeras, destacó en el acto de entrega su papel como impulsor de la digitalización de la Anatomía Patológica en España y Europa. “Siempre ha sido un excelente interlocutor entre la patología y la informática”, afirmó.
Desde el Hospital de Jerez, García Rojo ha liderado proyectos pioneros como ‘Serendipia’, una iniciativa que permitió “reemplazar por primera vez en España el microscopio por el ordenador, escaneando las muestras en imágenes digitales de alta resolución”. “Ese fue un antes y un después. Nos permitió avanzar hacia lo que hoy conocemos como patología digital”, explica.
Sobre el uso de inteligencia artificial, destaca que “la máquina cuenta mejor que el ser humano. Nos ayuda a detectar posibles áreas de cáncer o a hacer recuentos celulares. Son tareas repetitivas donde la IA se muestra muy eficaz”. Aun así, deja claro que “no viene a sustituir al profesional, sino a ayudarle. El juicio clínico, la correlación de datos y la toma de decisiones siguen siendo humanas. Eso no lo va a cambiar una máquina, al menos durante lo que me queda de carrera”.
García Rojo, que se incorporó al hospital jerezano en 2014, tras formarse en Cádiz y Madrid, se considera “profundamente vinculado a Jerez”. “Me crié aquí desde los tres años, mis padres también fueron médicos y desarrollaron su labor profesional en la ciudad. Me siento jerezano aunque no naciera aquí”, señala.
El premio también es un reconocimiento al trabajo colectivo: “Esto no sería posible sin el apoyo de mi equipo, mis compañeros del servicio, los técnicos, los gestores… Todos han creído en estos proyectos desde el principio. Esto es también suyo”.
El inconformismo del profesional de la medicina
Sobre el impacto del reconocimiento en la ciudadanía, afirma: “La gente puede estar tranquila. La sanidad pública cuenta con grandes profesionales. Pero eso no significa que debamos conformarnos. Siempre se puede mejorar”.
Uno de esos retos es reducir los tiempos de diagnóstico: “¿Por qué una mujer con sospecha de cáncer de mama tiene que esperar semanas para un resultado? Esa es nuestra lucha diaria. Agradecemos el reconocimiento, pero seguimos peleando por una atención más rápida y eficaz”.
Además, destaca la necesidad de un perfil médico más abierto: “Hoy un médico no puede limitarse solo a saber de Medicina. Tiene que entender el mundo en el que vive. Esta especialidad necesita una visión multidisciplinar, y agradezco que la SEAP haya apostado por esa idea”.
