El maravilloso homenaje en un instituto de Jerez a dos "pesos pesados" de la educación pública que llegan a su jubilación

Mario Benicio y África Jiménez, dos profesores muy queridos en la comunidad educativa del IES Santa Isabel de Hungría, han vivido su último día en activo

La merecida y maravillosa despedida a África y Mario.
20 de junio de 2025 a las 23:58h
Actualizado a 21 de junio de 2025 a las 00:26h

Tras toda una vida dedicada a la educación, a África Jiménez y Mario Benicio les ha llegado la hora de colgar los hábitos docentes. La despedida que le han dado desde el IES Santa Isabel de Hungría de Jerez a estos dos profesores ha sido maravillosa. 

África, docente de Inglés, y Mario, profesor de Lengua y Literatura, dejan en este histórico instituto de la ciudad, en el que han pasado el último tramo de sus trayectorias profesionales, una profunda huella. 

Dos profesores muy queridos y respetados

El alumnado ha querido despedir por todo lo alto a estos dos referentes del centro educativo, a los que les llegará oficialmente la jubilación en septiembre. En el acto de despedida no han faltado las palabras de apoyo y agradecimiento a África y Mario por todas las enseñanzas transmitidas durante tantos años. 

Tampoco ha faltado la música, una de las pasiones de Mario, que se ha arrancado a cantar junto a la guitarra de Ignacio Pérez, otro profesor muy querido del Santa Isabel que se jubiló a finales de enero del presente año. 

El vídeo del emotivo homenaje a Mario y África.

Sobre el adiós de Mario y África, Miriam García Vidal, profesora del referido instituto que fue alumna de Benicio en el IES Almunia, ha señalado a este medio: "Se nos van dos grandes pesos de la enseñanza pública, de la lucha por la educación de calidad, muy comprometidos los dos y muy amantes de su trabajo. Son un ejemplo para los que nos quedamos. Ha sido superemocionante. He estado triste y alegre, las dos cosas". 

Mario y África, junto a un grupo de docentes del IES Santa Isabel de Hungría.

En sus redes sociales, Mario ha valorado su trayectoria en la docencia: "Haber sido profesor defensor de las humanidades y de las letras no ha sido fácil y, menos aún, en los últimos años. Siempre he huido de la mediocridad y he aspirado a la excelencia de mi alumnado. Algunos, la mayoría, me lo han agradecido después; otros, nunca lo entendieron y me vieron como su enemigo. Sin embargo, hoy puedo decir que ha merecido la pena". 

También ha dado las gracias a "mis padres, por formarme; gracias a mi familia, por ayudarme; gracias a mi pareja, por comprenderme y apoyarme siempre; gracias a mis compañeros y compañeras de los cuatro institutos por los que he pasado en mi carrera profesional; gracias a mi alumnado y a sus familias (no a todas…) por seguir mis consejos y mis enseñanzas… En definitiva, creo que soy una persona muy afortunada y tengo que darle gracias a la vida como hizo Violeta Parra". 

Sobre el autor

Rubén Guerrero

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