Una mala imagen que da Jerez en días en que vienen miles de personas de visitas. Es lo que se saca de conclusión cuando se ve el estado que presenta la escalera que une la calle Unión (desde Esteve) con el Villamarta.
Esta escalera se llama "Joaquín Naranjo Guerrero" por el kioskero que puso su negocio allí en los años 40. Un homenaje que se queda a medias si se tiene en cuenta que no es uno de los puntos que más lucen en el centro de Jerez, precisamente.
Porque la piedra tiene varios golpes importantes que han destrozado la balaustrada. Imágenes de Google Maps del pasado 'chivatean' que hace no tanto esto estaba en mejor estado. Desde luego, no tan mal como ahora.
No luce mejor estado la pintura, inexistente ya. De hecho, en la parte de pequeñas columnas que rematan la estructura debería verse un blanco que ya ni se intuye: fruto de pintadas encima, pero también de que se ha descascarillado.
Estaría bien que se ofreciera una respuesta a este lugar que si bien no es de los de mayor paso, no deja de ser punto de acceso en el centro entre dos puntos importantes, como son Villamarta y plaza Esteve.


