La calle Tornería de Jerez acaba de sumar una nueva parada imprescindible para los amantes del dulce. Se trata de Gelatería Delizioso, una heladería de estilo italiano gestionada por Luca y Raffaella, una pareja originaria del país transalpino que ha elegido la ciudad jerezana para iniciar una nueva etapa vital y profesional: "Vivimos en España desde hace 13 años, pero antes estábamos en Ibiza. En los últimos años, trabajábamos solo al por mayor, sin venta al público. Tras la pandemia y por cómo se han puesto los precios del alquiler allí, decidimos cambiar de vida".
El nuevo local ha abierto sus puertas en esta semana y ofrece helado natural, fresco y artesanal, elaborado "con ingredientes de calidad y sin apenas productos preparados. Hacemos un helado de verdad natural, con ingredientes frescos y con la forma de trabajar italiana. Aquí lo elabora mi marido en el obrador y yo me encargo de la venta", señala Raffaella.



La pareja llegó a Jerez tras recorrer distintas provincias andaluzas. "Nos gustaba Andalucía, pero no la conocíamos bien. Dimos una vuelta por Huelva, Cádiz y Málaga… y cuando llegamos a Jerez, nos encantó. Es una ciudad grande, pero parece pequeña. La gente es muy amable, se vive bien y es un sitio muy relajado. Estamos muy felices con el cambio", afirma Luca.
Sabores clásicos y de temporada
Gelatería Delizioso apostará por sabores clásicos como vainilla, pistacho o limón con fruta fresca, pero también incorporará opciones más actuales y de temporada. Su producción se realiza en un obrador muy próximo al local, y tienen previsto ofrecer visitas semanales al taller, "como se hace en las bodegas", para que el público pueda ver el proceso de elaboración y degustar el helado recién salido de la máquina. "Es una experiencia muy diferente. El sabor cambia por completo recién hecho", apuntan.

El establecimiento contará con un par de mesas en la terraza para quienes prefieran disfrutar del helado en el mismo centro histórico de Jerez. Aunque el espacio interior es reducido, la propuesta busca precisamente esa cercanía y autenticidad que caracteriza a los negocios familiares.
"Este proyecto es nuestra vida", resume Raffaella. "Hacemos helado porque nos gusta, porque creemos en el producto que ofrecemos y porque queremos que la gente lo disfrute tanto como nosotros al hacerlo", resume. Ya han abierto sus puertas desde el 1 de octubre, pero el día 8 harán una inauguración con una pequeña cata gratuita de helados, tiramisù y vino italiano de 17.30 a 18.30.



