Los padres de un joven víctima de un infarto cerebral necesitan ayuda para costear su rehabilitación

Ismael, de 13 años, requiere someterse a un tratamiento de nueve meses cuyo importe es de 1.800 euros mensuales. Sus padres, en paro, han iniciado una campaña de recogida de fondos.

Ismael llegó una tarde del instituto y poco después de sentarse a la mesa para comer con su familia empezó a dolerle la cabeza. “Le quisimos dar una pastilla pero antes de que pudiera tomársela comenzó a vomitar y a sufrir convulsiones, se desplomó y estuvo inconsciente cinco minutos”, cuenta su madre. El pequeño, de apenas 13 años, sufrió un infarto cerebral y sus seres queridos aún desconocen el motivo. El joven fue ingresado inmediatamente en la UCI en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, de donde salió doce días más tarde. Después de recibir el alta, sus padres lo llevan todos los días para que la doctora que lo trata vea cómo responde al tratamiento y realice ejercicios de rehabilitación. Pero no es suficiente. Ismael necesita más cuidados.

Los padres, desesperados, también han acudido a una clínica privada de Jerez especializada en neurorehabilitación integral. Pero hay un problema: el tratamiento tiene un coste de 1.800 euros mensuales y en su casa apenas entran los 430 euros de ayuda familiar que recibe Pepi, su madre. “No podemos pagarlo”, admite, pero desde que le aceptaron su ingreso en la clínica privada, sus amigos y familiares no han parado de moverse para conseguir el dinero que necesitan.

Más de una decena de negocios de la ciudad ya cuentan con huchas, en las que cuentan la historia de Ismael y hay un número de cuenta para poder ayudar a la familia, para recaudar fondos para los cuidados que necesita el joven. Pepi, la madre, es auxiliar de clínica y estuvo seis meses trabajando en una residencia hace unos meses, por eso percibe prestación. Su marido, que lleva varios años en paro y solo trabaja como camarero de forma esporádica, va a solicitar una ayuda. Pero no es seguro que la perciba.

“Esto nos ha llegado en el peor momento”, señala la madre de Ismael, aunque confiesa que tiene “mucho apoyo”. “La clínica (Instituto Charbel) no ha puesto problemas —señala—, al revés, ellos nos han derivado a una trabajadora social; no tengo quejas”, dice Pepi, que añade: “Pero por mi hijo hago lo que sea”. A Ismael, cuenta su madre, el infarto le ha dejado graves secuelas. Tiene inmovilizada la parte izquierda de su cuerpo y “psicológicamente no ha quedado bien”, señala. “Su carácter no es el mismo, era estudiante, muy cariñoso y no se metía en nada, pero ahora hay días que está muy agresivo”, explica Pepi, que dice que “parece que ha nacido de nuevo”.

“Es muy joven para que no pueda hacer su vida normal”, dice la madre de Ismael, que no cejará en su empeño de darle a su hijo el mejor tratamiento posible. Además de las huchas en negocios, su antiguo club de fútbol, el San Benito, organizará un partido benéfico para recaudar fondos, ya que el tratamiento es “largo y costoso”. Al menos nueve meses debe estar acudiendo a la clínica. “Ayer tuvo un día muy duro de rehabilitación y salió súper contento mi niño, esta noche mi rey después de dos semanas ha conseguido dormir tres horitas, me siento feliz, eso es buena señal”, señala la madre de Ismael, que da las gracias a “todos los que están haciendo posible que mi niño pueda ser como era”.

Los interesados en colaborar pueden realizar donaciones en la cuenta ES55 2100 3746 3721 0041 3180 (La Caixa).

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