La ATMJ enumera hasta siete bloques de medidas del gobierno local salpicadas por la arbitrariedad y las decisiones unilaterales, como en gestión de personal, contrataciones públicas y reparto de los recursos patrimoniales y económicos entre los ciudadanos.

La Agrupación de Técnicos Municipales de Jerez (ATMJ) ha remitido hoy un comunicado a la plantilla del Ayuntamiento recordando que las administraciones públicas están sujetas a los principios de objetividad, publicidad y concurrencia para el reparto de los derechos o de los recursos públicos, pero, sin embargo, "la política del actual gobierno municipal, cada día que pasa, se aleja más de cumplir con esos principios". A partir de aquí, la organización ha enumerado hasta siete casos de "presunto dedo sospechoso" por parte del ejecutivo de la alcaldesa, María José García-Pelayo, en lo que va de legislatura:

  • Valoración de los puestos en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT): "¿Hecha con la razón y seriedad que exige la organización de nuestro Ayuntamiento o más bien como si saliera con la arbitrariedad de un dedo? Dedo legal. ¡Qué la divinidad nos libre!", expone e ironiza ATMJ.
  • Despidos de 260 trabajadores: "¿Medida adoptada atendiendo a propuestas razonables puestas encima de la mesa, o más bien como si también hubiese nacido de la voluntad de un dedo? Dedo por supuesto también legal, ¡faltaría más!"
  • Reparto de nombramientos: "¿Atendiendo durante tres años a publicidad, mérito y capacidad, o a la perentoriedad y provisionalidad del dedo que lo nombra? Ese es uno de los dedos comisionistas de servicio absolutamente legal. ¡No sabemos en qué Ayuntamiento vivimos!"
  • Reparto de productividades: "¿Con un reglamento como se comprometió que se iba a realizar, o más bien dependiendo de la voluntariedad del dedo que las concede? Tratándose de productividades, como eso de … Juan Palomo yo me las guiso, yo me las como. Por supuesto, faltaría más, con todos sus informes y perfectamente legales".
  • Contrataciones de obras, servicios y suministros: "¿Efectuadas o nacidas de una planificación razonada y razonable, o más bien con urgencias difíciles de entender o a través de contratos menores o negociados sin publicidad más propias de un dedo legalmente configurado? ¡Que de preguntas! ¡Todo legal, hombre! ¡Faltaría más! ¡Con todos los informes técnicos!".
  • Cesiones de uso de locales gratis: ¿Oportunas en un Ayuntamiento necesitado constantemente de anticipos financieros para seguir adelante como se pueda, o frutos de la generosidad de un dedo electoral? ¿Dedo electoral? Ese no existe lo siento, nos debemos de haber confundido de dedo. En cualquier caso, todo legal, ¡eh! ¡Que no nos quepa la menor duda!
  • Y por último, reparto de 600.000 euros en subvenciones a colectivos: ¿Con criterios objetivos que vayan a reportar un beneficio para la ciudad o también fruto de un dedo iluminado que apunta hacia las próximas elecciones municipales? ¿Ese es el mismo dedo anterior? Ya hemos dicho que no existe, ¡pesados! Todo, todito, todo, legal, con respeto al Estado de Derecho y por supuesto a la ley".

"Mucho nos tememos -advierten en última instancia- que la forma de actuar del gobierno presidido por María José García Pelayo, más que la razón que tanto predicaba en la oposición, hace uso ahora de un presunto sospechoso dedo legalista prácticamente en todo lo que toca: en la gestión de personal, en las contrataciones públicas y en el reparto de los recursos patrimoniales y económicos municipales entre los ciudadanos".

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