El equipo del Zoobotánico de Jerez y el doctor Francisco Rábago han vuelto a colaborar y, en este caso han comenzado esta mañana, un proyecto pionero. Este consiste en una exploración bucodental, usando una tecnología innovadora con una impresora 3D, que almacenará los datos obtenidos en la misma. Esta técnica, que se ha puesto en marcha con un mandril macho, permitirá crear una biblioteca virtual de los modelos de la boca de toda las especies del Zoo. Los datos se almacenarán en una nube digital y también se podrán mostrar en proyectores holográficos.
Un momento de una de las intervenciones.
Para Miguel Angel Quevedo, veterinario del Zoo, presente en la intervención junto a su compañero José María Aguilar y el doctor Rábago, “se ha dado un paso muy importante. A partir de ahora vamos a contar con información bucodental pormenorizada de todas las especies y ello nos permitirá intervenir con pleno conocimiento de lo que nos vamos a encontrar. Incluso realizar tratamientos fuera de la boca de los futuros pacientes”.
La colaboración entre Francisco Rábago y el Zoobotánico es de más de diez años y ha permitido, entre otras actuaciones, por ejemplo recuperar un ejemplar de ibis eremita, a quien se le colocó un implante en una pata, siguiendo el sistema de los implantes dentales. Este ejemplar, Almenara, fue liberado en Conil. Con ello se salvó a un miembro de esta especie en peligro crítico de extinción. Asimismo, el equipo también realizó la colocación de un implante de pico que presentaba una malformación en un buitre.
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