El Zoobotánico de Jerez ha vuelto a hacer historia. Este centro andaluz, pionero en la reproducción en cautividad de la cigüeña negra, ha despedido esta semana a una nueva cría nacida el pasado verano, que será trasladada al Grefa(Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat), en la Comunidad de Madrid, donde continuará su preparación antes de ser liberada el próximo mes de marzo.
La delegada de Protección Animal, Carmen Pina, fue testigo del momento en el Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico, donde el ave emprendió su viaje hacia su nuevo hogar. Este nacimiento supone un logro importante para el centro jerezano, que no registraba una cría de cigüeña negra desde 2019, y consolida su posición como el primer centro ibérico en conseguir reproducir esta especie en varias ocasiones.
Una especie en peligro de extinción
La cigüeña negra es una especie catalogada en peligro de extinción, una situación provocada principalmente por las molestias humanas en sus áreas de cría, los choques con tendidos eléctricos, el expolio de nidos y el uso indiscriminado de pesticidas en zonas húmedas.
En las instalaciones de Grefa, situadas en el Monte del Pilar (Majadahonda), el ejemplar jerezano recibirá los últimos cuidados antes de su liberación en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un enclave natural que conecta la ciudad de Madrid con la Sierra del Guadarrama y donde sobreviven colonias de aves protegidas como la propia cigüeña negra.
Esta especie, reconocible por su plumaje negro brillante con reflejos verdosos y púrpuras, el vientre blanco y el pico y patas de color rojo intenso, es una de las joyas ornitológicas de la península ibérica. De hábitos solitarios, evita las zonas urbanas y prefiere bosques con peñascales cercanos al agua dulce, donde se alimenta de peces, anfibios, insectos y pequeños mamíferos.
Un nuevo nacimiento
Además de esta buena noticia, el Zoobotánico ha celebrado recientemente el nacimiento de una mara o liebre de la Patagonia, un roedor de gran tamaño que puede alcanzar los 16 kilos de peso y que ya puede ser observado por los visitantes. A pesar de que su estado de conservación no es crítico, sus poblaciones están en declive, lo que refuerza la importancia de los programas de cría y conservación que se desarrollan en el centro jerezano.
Con este nuevo nacimiento y traslado, el Zoobotánico de Jerez reafirma su papel clave en la protección de especies amenazadas y en la educación ambiental, aportando esperanza para el futuro de la biodiversidad.