“Nosotras limpiamos, nosotras negociamos”. Las voces de 21 trabajadoras de la limpieza resuenan cada día a las 13.00 horas en el Campus de Jerez de la Universidad de Cádiz. Una manifestación simultánea en todos los campus de la UCA con pitadas y pancartas para reclamar una mejora de sus condiciones laborales.
En el caso jerezano, la plantilla, que es la misma desde hace más de 30 años, denuncia que la empresa no cubre vacaciones ni bajas dando lugar a una falta de personal que provoca una sobrecarga de trabajo. María José García, que empezó en 1992, es una de las limpiadoras que sufre un Pliego de condiciones que “no hay por donde cogerlo”.
“Sufrimos precariedad laboral importante. La sobrecarga afecta a nuestra salud. Tengo dolores de huesos, de espalda, algunas estamos operadas de las muñecas”, comenta la jerezana, presidenta del comité de empresa de este servicio contratado en la UCA.
Aunque haya más edificios abiertos, la plantilla no ha aumentado desde hace más de 30 años y, cuando faltan manos, el trabajo se vuelve cada vez más pesado. “Mucho cansancio. Este trabajo requiere mucho esfuerzo. Tanta sobrecarga nos quema física y mentalmente”, sostiene María José, que asegura que esa falta de compañeros hace que se sientan “agotadísimas”.
“No es lo mismo cuando yo entré con 22 años que ahora. Tengo dolores de piernas y de brazos”, añade.
Piden estar en la negociación
Las trabajadoras representantes del sindicato CCOO solicitaron estar presentes en el pliego. Sin embargo, no obtuvieron respuesta. “El rector de la UCA no nos contestó ni nos hizo caso. Sacaron un pliego que no tiene salida ninguna, se tuvo que anular porque presentaba muchas irregularidades”, explica la jerezana.
El pliego fue anulado por el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía tras la reclamación de empresas que se habían presentado al concurso y que denunciaron esas graves irregularidades.
Cuando se redacte el nuevo pliego, quieren estar presentes. “Pedimos estar sentadas con ellos para poder decir las mejoras. Solo estamos pidiendo que se nos escuche, tenemos derecho a estar sentadas y negociar”, expresa.
Las trabajadoras reivindican que son un colectivo imprescindible para el funcionamiento de estas instalaciones. “Sin limpieza, imagina cómo estaría todo. Solo queremos estar presentes en la negociación”, dice la representante sindical.


