Las consecuencias de vivir sobre una ladera

Deficiente acceso a una vivienda, en una imagen retrospectiva. FOTO: MANU GARCÍA.

Vecinos de la jerezana calle Azorín se quejan de los desperfectos que presentan las viviendas municipales. Emuvijesa señala que un informe recoge que "no existe riesgo alguno para las personas".

“El bloque no se va a caer pero nos caemos nosotras con el bloque”, se queja una vecina de una promoción de la calle Azorín, cerca de La Hoyanca, quien asegura que llevan tiempo sufriendo los desperfectos que, con el tiempo, han ido acumulando los pisos. Antes de entrar al edificio, se pueden contemplar dos grandes agujeros a ambos lados de la puerta principal, por los que salen pequeños roedores, señalan los residentes. “Esta semana he matado a tres ratones en mi casa”, dice una vecina, quien añade que es imposible caminar por el acerado, levantado parcialmente, motivo por el que una de las residentes de uno de los bloques se cayó recientemente, “y desde entonces ya no levantó cabeza”, relata.

Las viviendas tienen unos diez años, aunque su construcción en terrenos inestables —están asentadas sobre una ladera—, provoca que los edificios hayan experimentado movimientos con el paso del tiempo. “No han hecho buenos cimientos”, aseguran los vecinos. Basta con entrar en uno de ellos para comprobar la existencia de grandes grietas que hace temer a los residentes que vaya a haber un mal mayor. Una vecina, al abrir su vivienda, relata que se le ha descolgado la encimera de la cocina, y que tiene varios muebles inclinados como consecuencia de la inestabilidad que presenta el edificio: “Esto no es normal”.

Los residentes están en régimen de alquiler en unas promociones que son propiedad de Emuvijesa, la Empresa Municipal de Vivienda, a la que algunos han trasladado sus quejas. Desde la sociedad aseguran que los arquitectos redactores del proyecto realizaron recientemente una visita técnica de inspección y manifestaron que “no existe ningún riesgo de colapso de la estructura y cimentación, que se encuentra dentro de los márgenes de seguridad para su uso y que no existe riesgo alguno para las personas o bienes, usuarios de esta edificación”. En cuanto al problema del acerado, sostiene el escrito remitido por Emuvijesa que “al no ser competencia de esta empresa municipal, se lo trasladamos a la delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento para que procediera a su reparación”.

La gerente de la sociedad, Eva Bravo, señala en declaraciones a lavozdelsur.es, que se han efectuado diversas actuaciones en esta promoción de viviendas, donde se hace “lo que se puede” y sostiene que “no hay riesgo” para los residentes, ya que en ese caso “se desalojaría inmediatamente el edificio”. Desde Infraestructuras señalan que no existe constancia de la reclamación de estos vecinos, y que se está actuando en diversas zonas de Jerez con los escasos operarios con los que cuenta la delegación. Los vecinos de Azorín dicen, por su parte, que notan cómo “los pisos se mueven” y reclaman soluciones ante una situación que se alarga demasiado en el tiempo. “Tengo una pena tremenda”, agrega una vecina durante la visita de lavozdelsur.es, quien cuenta que pidió un cambio de residencia, pero la rechazó por no poder hacer frente al alquiler y ahora puede tardar años en poder volver a tener esa opción: "Me debería haber ido".

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